La globalización y la sociedad del conocimiento es relacionada con diferentes indicadores y aspectos que reflejan su presencia y desarrollo, uno de ellos es el uso intensivo de Internet y las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en las diferentes actividades humanas, que van desde el ámbito financiero, comercial, laboral, médico hasta el ámbito educativo.
De la misma manera, para nadie es un misterio que cierta parte del profesorado de las universidades, cada vez menor afortunadamente, ha mostrado un importante rechazo a la utilización a las TIC en los procesos formativos, limitándose fundamentalmente a la utilización de una que otra presentación de power point, las que ya de por sí generan algún tipo de desafío superior cuando el docente tiene que conectar tanto cable. Ni hablar de la utilización de plataformas o páginas web, blog, chat, videos o similares.
Sin embargo, dicho rechazo es inexistente entre el alumnado e incluso se posiciona en el extremo opuesto, eso a lo menos basándonos en el artículo del diario ABC titulado "Chuletas cum laude" para describir la utilización de tecnología costosa y de punta para pasar los exámenes copiando estilo "Agente 007".
De acuerdo con el artículo, algunos estudiantes de las universidades españolas con el propósito de aprobar los exámenes están utilizando un auricular invisible que está conectado a un teléfono-reloj vía bluetooth que permite conectarse al alumno con su socio en el exterior, quién le entregará las respuestas y soluciones al examen. La pillería, lejos de ser masiva actualmente entre los estudiantes por su alto costo (900 euros según el diario), aunque según el diario incluso los propios padres aburridos y/o desesperados de ver que sus hijos no aprueban las asignaturas están adquiriendo los kit para sus retoños.
Probablemente estos casos muestran el rostro menos amable de la presencia de las TIC en las universidades, lo que se suma a la existencia de páginas web y empresas que ayudan a los estudiantes a preparar sus chuletas, inclusive ya listas para descargar e imprimir desde el sitio xuletas.es lo que muestra otra expresión de este fenómeno.
No obstante lo curioso y anecdótico de este caso, probablemente nos muestra un problema más de fondo en las universidades, tipo "los árboles que no dejan ver el bosque" que se ha puesto en el horizonte de las instituciones de educación superior en España a propósito de la aprobación del reglamento de la Universidad de Sevilla acerca de las evaluaciones y el derecho del estudiante que es sorprendido copiando para terminar el examen y posteriormente ser sometido su caso a una comisión especial quien dirimirá la denuncia del profesor, que hemos analizado anteriormente en este blog.
La situación de fondo a la que apuntamos, no pasa simplemente por el hecho de modificar los estilos evaluativos memorísticos que actualmente utilizan los profesores para evaluar a sus estudiantes, donde éstos sólo deben repetir la lección, apuntes o textos utilizados por el profesor durante el cuatrimestre, lo que a su vez nos lleva a observar lo que sucede en la sala de clases durante el semestre, que básicamente se traduce en una alta inasistencia a clases, exposiciones "magistrales" del docente que repiten literalmente el texto guía del curso o en algunas ocasiones los artículos publicados por el profesor de la asignatura. Supuestamente las modificaciones relacionadas con el plan Bolonia debieran corregir estos aspecto.
El problema principal o de fondo pasa por analizar la verdadera capacidad que tiene en estos momentos la universidad para formar profesionalmente a los estudiantes, garantizando que con dicho formación recibida podrán ingresar al mercado laboral, compitiendo en buenas condiciones con el resto de titulados, no me refiere con esto a la existencia de puestos vacantes, situación que no depende de la universidad el que exista trabajo, eso es responsabilidad del Estado y las propias empresas.
En cambio, si es una responsabilidad social de las universidades desarrollar las competencias laborales necesarias para que sus egresados puedan acceder a los puestos de trabajo, de acuerdo a cada perfil profesional, y por ende garantizar que durante este proceso de formación se desarrollarán las acciones necesarias para lograrlo, lo cual incluye a las clases, evaluaciones, equipamiento, infraestructura y todas aquellas condiciones relacionadas. Tal vez estos hechos descritos por el ABC sean consecuencia de una falla sistémica de las universidades y sólo estamos viendo en ella la punta del iceberg.
Para terminar, la pregunta que surge es si el plan Bolonia será capaz de corregir estos problemas de fondo y forma, o simplemente se tratará de un simple maquillaje y levantar la alfombra para ocultar las cuestiones que no funcionan bien, y ¡hala! seguimos 'pa 'lante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario