La crisis financiera y económica que nos viene dando dolores de cabeza desde hace casi dos años, comienza a mostrarnos la faceta más "intelectual" de sus efectos, reflejado en el aumento en el número de personas que rinden las pruebas de selectividad para ingresar a las universidades españolas.
Esta situación es planteada por el diario El País, que publica un artículo al respecto en su edición online el día de ayer, señalando que dicho aumento alcanza el 5,6% con respecto al año anterior, el alza más significativa en los últimos 15 años, que de acuerdo con el diario alcanza en algunos centros universitarios el 10% en el último curso académico, lo que rompe con la tendencia descendente que mostraban los inscritos en las pruebas de selectividad en los últimos años, a consecuencia de los efectos demográficos.
Esta situación es planteada por el diario El País, que publica un artículo al respecto en su edición online el día de ayer, señalando que dicho aumento alcanza el 5,6% con respecto al año anterior, el alza más significativa en los últimos 15 años, que de acuerdo con el diario alcanza en algunos centros universitarios el 10% en el último curso académico, lo que rompe con la tendencia descendente que mostraban los inscritos en las pruebas de selectividad en los últimos años, a consecuencia de los efectos demográficos.
La principal explicación otorgada por el artículo para justificar este aumento, radica en uno más de los efectos de la crisis financiera y económica que actualmente nos afecta, y que mantiene a España con una cifra de paro nunca antes vista, por supuesto la más alta de toda Europa.
Probablemente si nos estuvieramos refiriendo a un sistema universitario altamente sensible a la generación de ingresos via cobro de tasas a los estudiantes, para financiar los presupuestos operativos de las universidades, es probable que los Directivos de estas instituciones estarían en la Cibeles celebrando esta noticia, pero en el sistema español y europeo en general, habría que matizarlo un poco, especialmente por sus efectos en los próximos años.
Por ejemplo, durante este curso académico comienza a funcionar Bolonia en las aulas de las universidades españolas, siendo uno de los supuestos cambios de dicho sistema la disminución del número de alumnos por aula, con el propósito de facilitar el trabajo más personalizado del profesor con sus estudiantes, lo que si se contrasta con este aumento en el número de estudiantes que postula y finalmente ingresa a las universidades, provocará la necesaria implementación de más cursos paralelos, si se pretende respetar este aspecto del Plan Bolonia, con el consecuente aumento de costos para las universidades en cuanto a número de horas de clase de profesores necesarios para atender dicho aumento, así como los otros recursos asociados a esta situación. (infraestructura, equipamiento, insumos, entre otros)
Probablemente si nos estuvieramos refiriendo a un sistema universitario altamente sensible a la generación de ingresos via cobro de tasas a los estudiantes, para financiar los presupuestos operativos de las universidades, es probable que los Directivos de estas instituciones estarían en la Cibeles celebrando esta noticia, pero en el sistema español y europeo en general, habría que matizarlo un poco, especialmente por sus efectos en los próximos años.
Por ejemplo, durante este curso académico comienza a funcionar Bolonia en las aulas de las universidades españolas, siendo uno de los supuestos cambios de dicho sistema la disminución del número de alumnos por aula, con el propósito de facilitar el trabajo más personalizado del profesor con sus estudiantes, lo que si se contrasta con este aumento en el número de estudiantes que postula y finalmente ingresa a las universidades, provocará la necesaria implementación de más cursos paralelos, si se pretende respetar este aspecto del Plan Bolonia, con el consecuente aumento de costos para las universidades en cuanto a número de horas de clase de profesores necesarios para atender dicho aumento, así como los otros recursos asociados a esta situación. (infraestructura, equipamiento, insumos, entre otros)
Sin embargo, a nuestro juicio resultará más importante analizar los efectos de estos aumentos en el mediano y largo plazo, dado que seguramente continuará creciendo el número de interesados en ingresar a la universidad en los próximos años, en la medida en que España no logre salir adecuadamente de la crisis, por lo que será muchísimo más importante analizar el efecto del aumento del número de titulados que egresa de las universidades y la capacidad de absorción que el sistema productivo pueda mostrar a esas alturas, para no transformar a un importante número de jóvenes en "cesantes o parados ilustrados".
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