La libertad de cátedra y la autonomía universitaria son dos principios rectores y distintivos de las instituciones universitarias, que se transforman en una especie de manto sagrado que protege a estas organizaciones de intervenciones externas que pretendan indicarle como deben desarrollar su quehacer.
Hasta allí todo muy bien, luego te encuentras con algunas expresiones de estos principios que pueden resultar un tanto desconcertantes, como el caso de la noticia publicada en Chile por el diario La Tercera acerca de un curso denominado "¿Cuándo se le rompió el espejo al vampiro?", que se celebra actualmente en la Universidad de Granada hasta el 13 de abril organizado por su Facultad de Filosofía y Letras, y que pretende analizar el mito de los vampiros expresado en la literatura y que además se enlaza con la presentación del Libro "Sangre" de Clara Peñalver.
Entre los contenidos del curso se cuentan además de los aspectos mitológicos, temáticas tales como historia del arte o la posmodernidad, sumando a ello la exhibición de algunas películas relacionadas con este tema del vampirismo, tales como "Entrevista con un vampiro" o "El baile de los vampiros", lo que será complementado con su análisis y discusión desde la perspectiva científica.
El éxito del curso está avalado por las más de 200 personas que se encuentran participando del mismo, así como por la gran cantidad de profesores titulares y catedráticos de la Universidad que forman parte del profesorado, que está encargado de dictar las clases contempladas en esta actividad.
Sin embargo, junto con tratarse de una temática mitológica probablemente distorsionada por la literatura y especialmente el cine, resulta complicado explicarse porque una universidad ofrece un curso de estas características, más allá de su aparente éxito comercial y de que efectivamente existan personas dedicadas a analizar científicamente esta temática, especialmente en el ámbito de la medicina o incluso en el ámbito antropológico.
La impresión que me queda es que se trata de una forma de expresión más de la penetración de la mercantilización en las universidades, porque me resulta complicado visualizar el beneficio o impacto social que el vampirismo pueda reportar, y por ende la obtención de resultados positivos para la sociedad, expresada en nuevo conocimiento científico o la formación de especialistas en alguna temática relacionada con Drácula y su mito, por lo que imaginamos que este tipo de actividades se enmarca en la misión de la universidad de preservar y transmitir la cultura como otro aspecto relevante de su quehacer.
4 comentarios:
Depende del rigor con que se trate el tema, pero yo creo que si puede haber estudios cinetíficos relacionados. No se trata de demostrar la existencia de vampiros en el mundo real, sino analizar las obras literarias, cinematográficas, la influencia de los mitos en la sociedad, e incluso el origen de estos mitos...yo cro que puede salir algho interesante y no por ello carente de rigor.
Totalmente de acuerdo, con rigurosidad académica seguramente se obtendrán buenos resultados siempre, no es lo que yo cuestiono en mi entrada, más bien el tipo de temática y sobretodo el efecto multiplicador del impacto de la misma. Pero como diría Pellegrini los números dicen otra cosa, hay 200 personas haciendo el curso, negocio redondo. El año pasado hice un curso de responsabilidad social en la UVa, eramos 12 y el curso casi no se dicta por falta de alumnos.
Pero, la temática aunque pueda parecer frívola no tiene porque serlo.
Estoy de acuerdo en que es algo comercial, pero no por ello tiene que ser poco serio. No me he metido a ver los contenidos del curso etc. asi que no hablo de este curso en concreto, pero si las aportaciones son buenas, bienvenidas sean.
No todo tiene que ser curar el cáncer. Una temática frívola, tratada seriamente puede aportar más de lo que parece. En concreto la leyenda de los vampiros, seguro que tiene significados interesantes, más allá de las supersticiones.
Tampoco digo que se deban estudiar estupideces, sólo que puede haber aspectos sobre este tema que por desconocimiento no consideremos. Es como estudiar tradiciones cristianas que sabemos que no son verídicas...digamos David y Golitah: claro que no existen gigantes, sin embargo a partir de esa leyenda se pueden sacar conlsiones de la forma d educar en la antigüedad, de los valores existentes, etc.
Seguimos de acuerdo en que este curso para nada debe ser poco serio o realizado a la ligera, basta con mirar la nómina de los profesores que participan. El punto más bien es un tema de prioridades, probablemente en la Facultad de Filosofía y Letras están capacitados para impartir cursos de muchísimos temas que socialmente tengan más impacto, pero que económicamente no logren el grado de éxito que ha alcanzado este. Ahora si este curso lo están dictando gratuitamente para los 200 participantes, retiro lo dicho.
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