Aunque redundante si se quiere, "un buen médico puede salvar muchas vidas", por lo que la formación y especialización de estos profesionales siempre ha tenido un alto impacto en la sociedad en general.
Por ello, no es extraño que hoy los diarios El País y ABC destinen sendas notas en sus ediciones online para referirse a una temática que cuando le toca a un país siempre genera polémica: los médicos extranjeros. Así, ambos periódicos destacan la preocupación de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) respecto de la masiva participación en la convocatoria anual por un cupo como Médico Interno Residente (MIR) de los médicos extranjeros no comunitarios, léase latinoamericanos, asiáticos o de algún país europeo que aun no ha ingresado a la Unión Europea.
Este fuerte incremento según la CESM, habría pasado de 8000 postulantes por una plaza hasta los 13.500 postulantes en tan sólo un año, y que de acuerdo a lo que destaca El País, según los sindicatos este aumento de postulaciones se debe en su gran mayoría a médicos latinoamericanos, situación que estaría impidiendo a los médicos locales proseguir con su especialización una vez terminados sus seis años de carrera universitaria, por lo que reclaman reservar el 10% de las plazas para los médicos españoles.
Además, la reflexiones que hacen los sindicatos apuntan a cuestionar el impacto social que tiene esta situación debido al alto costo que tiene para la sociedad la formación de un médico en España, alrededor de 200 mil euros y que según los sindicatos es costeado por todos los ciudadanos españoles.
Sin embargo, es el propio diario El País el que identifica la raíz y especialmente el carácter cíclico de este tipo de situaciones, al señalar que en los años ochenta "sobraban facultativos", limitándose en aquella época la formación de este profesional en las universidades españolas, pero que en los últimos años ha redundado en que las plazas del MIR quedaban vacantes, situación que dió origen a la medida del Ministerio de Sanidad español de incentivar la participación de médicos extranjeros en estas pruebas, flexibilizando las normas y restricciones que regulan este proceso.
De esta manera, si bien es cierto la calidad de la formación de un profesional universitario es importante en cualquier ámbito, en el caso de los MIR al que aludimos en este post, no debiera ser un tema que se cuestione, ya que debiera estar garantizado por la calidad de las pruebas y exámenes que deben rendir los postulantes a una plaza como Médico Interno Residente en España, lo que inevitablemente regulará la sobreoferta de candidatos en función de aquellos que obtengan los mejores resultados, independiente de su nacionalidad o procedencia, otra cosa es que se quiera limitar a los extranjeros la posibilidad siquiera de postular a la vacante, por lo que si el médico español es mejor que el extranjero en cuanto a su formación profesional, debiera quedar demostrado en los exámenes.
Luego, tampoco pareciera ser un problema de cantidad si en los últimos años han quedado vacantes disponibles en los MIR, lo que ha obligado al propio Ministerio de Sanidad a incentivar la postulación de médico extranjeros para llenar las plazas sin completar, y que en la década de los ochenta obligaba a limitar el ingreso de estudiantes a la carrera de medicina para controlar el problema de sobreoferta de médicos españoles, luego la pregunta: ¿a dónde iban los médicos españoles que no encontraban cupo en el sistema local?, creo que a un lugar que se llama EL EXTRANJERO, de allí que hablemos de un problema de ciclos, algo complicado de explicar en España con la crisis económica a flor de piel.
Finalmente, la xenofobia o dentro de los múltiples sinónimos existentes "la antipatía al foráneo" tampoco pareciera tan evidente aunque nunca descartable, sino más bien un "pataleo" sindical por los intereses creados siempre en este tipo de situaciones de arribo de profesionales extranjeros, absolutamente injusta dado que ocurre en todos los países del mundo, siendo algo casi ineludible en un mundo absolutamente globalizado, dinámico e integrado, sólo evitable con medidas casi cavernarias o como dirían por ahí "tercermundistas" relativas al establecimiento de porcentajes, requisitos diferenciados o medidas similares.
P.D.: Algunos comentarios de los internautas de la noticia en el ABC están de colección.
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