Los últimos días en el mundo de la I+D+i española han sido de gran revuelo después del anuncio de denominado "Tijeretazo" a la investigación en el presupuesto público del 2010, lo que incluso ha generado una gran protesta en Internet a través de un movimiento bloguero, así como en Facebook y Twitter. En los siguientes links se puede conocer la cobertura periodística al fenómeno.
http://www.elpais.com/articulo/tecnologia/blogueros/espanoles/tijeretazo/investigacion/elpeputec/20091008elpeputec_7/Tes
http://www.elpais.com/articulo/tecnologia/blogueros/espanoles/tijeretazo/investigacion/elpeputec/20091008elpeputec_7/Tes
No obstante, me parece adecuado realizar algunos matices respecto de esta "polémica", ya que si bien estamos de acuerdo en que la Ciencia y la Investigación son fundamentales para el desarrollo de cualquier país, el mencionado tijeretazo tiene ciertas connotaciones que es importante considerar.
Al parecer, los más perjudicados con el recorte presupuestario son los "Organismos Públicos de Investigación" (OPI) que son organismos de carácter público y de ámbito nacional, que no necesariamente pertenecen a las universidades, pero probablemente se nutren de sus investigadores, muchos de estos OPI funcionan en red y aglutinan a varios centros simultáneamente, como por ejemplo el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Todos estos organismos se encuentran adscritos al Ministerio de Educación y Ciencia de España.
La principal misión de los OPI es gestionar y ejecutar los programas nacionales y sectoriales que le sean asignados en el Plan Nacional de I+D+i y los derivados de los convenios firmados con las Comunidades Autónomas; contribuir a la definición, evaluación y seguimiento de los objetivos del Plan Nacional; y asesorar en materia de investigación científica e innovación tecnológica a los organismos dependientes de la AGE o de las Comunidades Autónomas que lo soliciten.
Al parecer, los más perjudicados con el recorte presupuestario son los "Organismos Públicos de Investigación" (OPI) que son organismos de carácter público y de ámbito nacional, que no necesariamente pertenecen a las universidades, pero probablemente se nutren de sus investigadores, muchos de estos OPI funcionan en red y aglutinan a varios centros simultáneamente, como por ejemplo el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Todos estos organismos se encuentran adscritos al Ministerio de Educación y Ciencia de España.
La principal misión de los OPI es gestionar y ejecutar los programas nacionales y sectoriales que le sean asignados en el Plan Nacional de I+D+i y los derivados de los convenios firmados con las Comunidades Autónomas; contribuir a la definición, evaluación y seguimiento de los objetivos del Plan Nacional; y asesorar en materia de investigación científica e innovación tecnológica a los organismos dependientes de la AGE o de las Comunidades Autónomas que lo soliciten.
En términos generales, el recorte ascendería al 34% de los presupuestos de los OPI y un 15% en las subvenciones, lo que evidentemente generará un trastorno en el trabajo de los científicos españoles, quienes reclaman el cumplimiento del compromiso del Gobierno de Zapatero con la Ciencia y el futuro de la investigación del país.
A pesar del escenario negativo y de las airadas protestas de los más de 31.000 científicos agrupados en diversas sociedades a lo ancho del país e inclusive desde el extranjero, me parece importante considerar posibles salidas o cursos de acción a una decisión que al parecer es definitiva, y salvo gestiones de último momento no evitarán el recorte presupuestario, que además de la disminución de recursos deja en evidencia la excesiva dependencia estatal que la investigación científica tiene en España en cuanto a su financiamiento.
Entre las cuestiones que tendrán que aparecer sin duda se encuentra un mayor grado o nivel de emprendimiento científico, reflejado en la búsqueda de socios en el ámbito privado, a pesar de la crisis financiera, mediante los programas públicos existentes relativos a este aspecto, como por ejemplo a través del Programa Torres Quevedo del PN I+D+i; aumento de los spin-off de las Universidades y en general acciones tendientes a la efectiva articulación de la triple hélice de la ciencia y la tecnología (Estado, Mercado y Universidad), redoblando los esfuerzos por mejorar la interacción de estos tres actores en la I+D+i española.
Otro camino puede pasar por una mejor tasa de adjudicación de proyectos financiados por fondos provenientes de la Unión Europea, que con toda seguridad deberán desarrollarse en asociación con instituciones u organismos de otros países europeos para mejorar dichas tasas, así como para potenciar las competencias de los científicos locales en la formulación de los proyectos.
En resumen, el huracán "Tijeretazo" no tan sólo debiera ser visto como el Apocalipsis de la Ciencia, sino que también debiera reconocerse que una excesiva dependencia de los recursos estatales no debiera ser la única y tal vez siquiera principal vía de financiamiento de la investigación nacional, y por el contrario, debiera transformarse esta amenaza inminente en una oportunidad para mejorar y consolidar aquellos aspectos deficitarios no matizados adecuadamente en esta polémica y que tal vez, sólo tal vez, sean los que no permiten dar el despegue definitivo a la I+D+i de este país.
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