jueves, 29 de octubre de 2009

La I+D+i en la encrucijada.

El desarrollo de la investigación científica a lo largo de la historia de la humanidad siempre ha estado vinculado con los mayores progresos y avances en diversas materias sociales, económicas, tecnológicas, etc., que en la gran mayoría de los casos han proporcionado una mejor calidad de vida a millones de personas en el mundo, y que también ha entregado a aquellos más "visionarios" la posibilidad de ganar muchísimo dinero.
Sin embargo, en la actualidad los proyectos de investigación científica demandan cuantiosas sumas de dinero para poder financiar sus actividades, comprar equipamiento, contratar personal o adquirir los insumos necesarios para concretar dichas investigaciones. Esta situación ha llevado a la Ciencia y la Tecnología a la búsqueda de diversas soluciones, que le permita a los científicos acceder a los recursos económicos necesarios que financien sus proyectos, lo que en algunos casos ha supuesto la búsqueda de patrocinio estatal o público, y en ocasiones al establecimiento de alianzas con el sector privado.
Ya nos hemos referido en entradas anteriores a los recortes presupuestarios que por ejemplo están amenazando los proyectos de investigación en España durante el 2010, lo que muestra como la relación entre la Ciencia y la Tecnología con los recursos estatales es bastante frágil, especialmente porque cuando hay que buscar donde apretar el cinturón para contener el exceso de gasto público "el hilo se corta por lo más delgado".


En el otro sector, las empresas condicionan habitualmente su apoyo a la investigación científica a la verificación de resultados inmediatos en el mejoramiento de sus procesos o productos, mediante el financiamiento de proyectos de investigación aplicada o a través de procesos de transferencia tecnológica por ejemplo, lo que les brinda la posibilidad de obtener estos resultados en el corto plazo. Otras posibilidades son la obtención de las patentes como resultado de los inventos o avances científicos, lo que les permite obtener rendimientos comerciales mediante la venta de productos o servicios derivados del trabajo de los investigadores, algo que por ejemplo las universidades están intentando con diverso grado de éxito por medio del desarrollo de los denominados "spin-off".

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/2700/cientificos/reclaman/atencion/I/D/elpepusoc/20091023elpepisoc_9/Tes

En virtud de lo anterior, parafraseando el título de un libro del sociólogo francés Pierre Bourdieu "el oficio del científico", actualmente se ha hecho cada vez más complejo pretender investigar de manera científica, algo que está adquiriendo en muchas ocasiones unos grados de dificultad altamente complejos de superar, y que ya no parece tan placentero ni gratificante desarrollar este oficio del científico, sino que más bien se ha transformado en un "vía crucis" que demanda enormes sacrificios, superación de una serie de pruebas, críticas y escaso apoyo, que están transformando cada vez más el desarrollo de la I+D+i en una especie de cruzada o apuesta personal, que difícilmente enriquece a ningún científico hoy en día, pero que además en la actualidad con tanta crisis, cuoteos y tijeretazos nadie parece tenerle mucha fé.

2 comentarios:

Miguel dijo...

Y además de lo que tan bien explicas hay otro factor importante: el ninguneo científico que sufren las humanidades.

Si un ingeniero tiene una buena idea, lo tendrá dificil, pero si es un sociólogo o ya no digamos un historiador, seguramente su única salida sea la academia.

Pero yo creo que esto son modas, y llegará un día en que lo cuantitativo pierda credibilidad y el ciclo pase a lo cualitativo, sólo espero no ser demasiado viejo para entonces.

Ricardo Gaete Quezada dijo...

Hola Miguel, has planteado un tema que por si sólo merece una entrada, veremos que sale en el futuro.
Totalmente de acuerdo contigo, matizando el hecho de que no hay ninguna Ciencia o enfoque que sea mejor que otra, por el contrario actualmente lo que se demanda es la complementariedad o trabajo multidisciplinario de los proyectos de investigación, algo que Gibbons (1994) denomina el modo 2.
A lo que identificas, súmale lo que pasa con la gente de filosofía, filología, las artes o las ciencias políticas, en fin, como dije al comienzo este tema que planteas es muy interesante de analizar y debatir.

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