Una de las características distintivas de las universidades como organización es su tendencia a mantener un conjunto de tradiciones por largo tiempo, muchas de ellas que provienen desde sus orígenes hace casi 900 años, situación que las transforma en organizaciones poco proclives a los cambios y que muchas veces la introducción de reformas son resistidas ferreamente por sus integrantes.
Sin embargo, tal y como señalara El País hace unos días, las universidades de EE.UU. se han decidido abiertamente "a salir del armario" en la búsqueda de reclutar alumnos de los colectivos de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales para que postulen a alguna de las miles de vacantes ofrecidas por el sistema universitario norteamericano, identificándolos como un segmento importante dentro de sus estrategias de marketing e incluso mostrando su disposición para adaptar sus procesos, instalaciones, actividades académicas o a su personal para recibir estudiantes de dichos grupos.
Asimismo, se menciona a la ONG Campus Pride como una entidad que viene desarrollando desde hace casi una década un importante trabajo, en materia de tolerencia a la diversidad en cuanto orientación sexual dentro las instituciones de educación superior en los EE.UU., donde por ejemplo ponen a disposición de los internautas un buscador para identificar a las universidades que se presentan como más receptivas o "amistosas" frente a los colectivos de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales que desean ingresar a una universidad.
A nivel europeo, el Instituto Europeo para la Gestión de la Diversidad se aboca a apoyar a las empresas para la implementación de estrategias que les permitan gestionar adecuadamente las diferencias de género, raza, religión, discapacidad, edad, nacionalidad o cultura, sólo como algunos ejemplos de los ámbitos en donde es importante considerar las diferencias que pueden existir entre las personas dentro de una organización, las que deben ser gestionadas con criterios de inclusión, igualdad y especialmente respeto y tolerancia.
De esta manera, la gestión de la diversidad es una temática fundamental a la hora de analizar el comportamiento socialmente responsable de las organizaciones en general, por lo que aparece como muy saludable que sean las universidades, específicamente las norteamericanas las que den un paso hacia adelante para contribuir a la tolerencia y el respeto de la diferencia dentro de sus campus, eso sí siempre y cuando efectivamente los esfuerzos realizados por dichas universidades vayan más allá del simple interés por completar una vacante únicamente, mediante estrategias de marketing que no se encuentran para nada sustentadas en políticas reales y concretas en materia de gestión de la diversidad.
2 comentarios:
Pues muy bien, es un primer paso. El día que estas cosas no sean noticia habremos avanzado algo.
La normalidad es el culmen de la tolerancia.
es como todo, por algo se comienza, veremos en que termina todo esto.
Publicar un comentario