Hace un mes atrás, comentaba la noticia publicada por el Diario El País acerca de los problemas de la Universidad de Alicante, relacionados con el no pago de los complementos e incentivos a su personal, producto del incumplimiento en la transferencia de recursos por parte de la Generalitat, planteando este caso como la "punta del iceberg" de la crisis del sistema universitario español.
Pues bien, hace unos días, nuevamente el diario El País publicaba un artículo sobre los problemas financieros que afectan a las Universidades Gallegas, una vez más como resultado del incumplimiento por parte del Gobierno Regional, en este caso de la Xunta. Un análisis similar realiza la prensa gallega, respecto de los problemas financieros que afectan a sus universidades, así como de las importantes consecuencias que esto puede generar.
Estos artículos de la prensa muestran un nuevo eslabón de los importantísimos problemas financieros que las universidades españolas están sufriendo actualmente, hasta ahora en silencio, pero que poco a poco comienzan a florecer y que dejan en evidencia no sólo los devastadores efectos que la crisis financiera está dejando en los Gobiernos Regionales de las diferentes Comunidades Autónomas en España, sino que además su extensión en efecto dominó hacia las universidades dependientes de dichas instancias regionales.
En el caso de las universidades de Santiago, A Coruña y Vigo, los problemas se deben fundamentalmente al drástico recorte de la aportación de la Xunta a los presupuestos de estas universidades, lo que ha conllevado a que dichas instituciones deban congelar sus presupuestos, reducir inversiones en infraestructura y equipamiento, e incluso debiendo utilizar recursos propios para "tapar los orificios" provocados por el recorte antes mencionado.
Sin embargo, la falta de financiación, considerada como insostenible por las universidades gallegas, no es justificada integramente por los Rectores de estas instituciones como un efecto propio y exclusivo de la crisis financiera, sino que en gran medida se debe a que la Xunta no ha cumplido con los compromisos adquiridos presupuestados antes de la crisis, lo que pronostica un escenario de negociación bastante complejo el próximo año, cuando se deba estructurar el nuevo plan de financiación del Sistema Universitario de Galicia (SUG).
La situación de las universidades gallegas, sumado a los problemas de la Universidad de Alicante antes reseñados y a los importantes recortes presupuestarios a la I+D española relacionados con el ya célebre "tijeretazo", no se muestran como el mejor de los escenarios para dar inicio a la entrada en vigencia del Plan Bolonia en España a partir del año 2010 a la vuelta de la esquina.
Para ahondar más respecto de la financiación universitaria en el Estado español, les sugiero revisar el siguiente artículo que analiza la distribución de los ingresos de las universidades en España desde la perspectiva de la descentralización política.
Lo anterior, debido a que la mayoría de los especialistas y responsables de la construcción del Espacio Europeo de Educación Superior, han señalado que es necesario aumentar el nivel de recursos financieros a las universidades, para afrontar este importante proceso de cambio, algo que parece que nadie le ha informado ni a los Gobiernos Regionales de las Comunidades Autónomas, ni al actual Gobierno de Rodríguez Zapatero.
6 comentarios:
Hasta llegar a la explicación del incumplimiento por parte de la Xunta con los presupuestos acordados anteriormente no entendía bien el porque de esta "crisis universitaria".
Tengo que reconocer que hablo desde la ignorancia, pero supongo que la mayor fuente de ingresos de las universidades son los recursos públicos y, después, las matrículas de los alumnos.
Obviamente si el ente público no aporta dinero, la universidad sufrirá. Ya no digamos si el dinero que no aporta es un dinero presupuestado y por tanto previsto por los gestores universitarios como ingreso respetando incluso el principio de prudencia.
Pero si en efecto la segunda fuente de financiación fuesen los alumnos, veo en la crisis más una oportunidad que una amenaza, pues tal como está el mercado laboral son muchos los que han desistido de buscar un trabajo para seguir con su formación y otros tantos los que aunque buscan trabajo, en previsión de que se prolongue su búsqueda también han optado por "ir estudiando algo" mientras se encuentra el ansiado trabajo.
En España las universidades dependen económicamente de los Gobiernos Regionales de cada Comunidad Autónoma, las tasas si bien se contemplan como un ingreso no es el principal y además se encuentra limitado por la ley de universidades.
En cuanto a lo de oportunidad, más bien me suena a círculo vicioso, si los egresados no tienen trabajo, si los padres de los alumnos no tienen trabajo para pagar las tasas, si el Gobierno de la Comunidad Autónoma no transfiere todos los fondos comprometidos, ¿dónde está la oportunidad? y mayor aun ¿cómo se financia la universidad si este escenario continua?
Si el gobierno no transifere los fondos esta claro que no hay oportunidad.
Pero creo que sería interesante ver los datos de matrículas de los últimos años pre-crisis y en crisis.
La idea que yo tengo es que las matrículas bajan debido a la piramide poblacional. En la universidad todavía no se ha experimentado la entrada de inmigrantes "fijos". Es decir aquellos que vinieron para vivir y no para realizar un año o unos pocos de experiencia. Y los españoles son menos, porque aquí no nacen niños.
Otro tema será analizar si los hijos de los inmigrantes serán realmente un público para la universidad cosa que dudo.
Creo que el descenso de matrículas es una cuestión de demografía más que de dinero.
Mi querido amigo, sin ánimo de ofender, pero esta vez te equivocas, el aporte de los ingresos por tasas de matrículas que pagan los estudiantes cubren menos del 15% del coste total de los estudios universitarios, tal y como se plantea en el análisis efectuado sobre la financiación universitaria española que te adjunto en el siguiente link, ya que lo que puede originar la crisis en el sistema universitario español no es precisamente el descenso del pago por matrícula, sino que los recursos provenientes del nivel autonómico y nacional.
http://upcommons.upc.edu/revistes/bitstream/2099/7295/1/2006_esp_L1_colaboracion2.pdf
También se descarta en este artículo el efecto demográfico al que aludes, ya que de acuerdo con el estudio la universidad española cabe dentro del concepto de universidad de masas, ya que existe más del 40% de jóvenes en edad de ingresar a las Ues que hace efectivo dicho proceso.
Aclarado entonces, un 15% es muy poco y entonces el aumento del alumnado nunca llegará a ser una oportunidad económicamente hablando en el sentido tradicional de economicamente.
Gracias por la aclaración, no hay ofensa, mis comentarios se basaban en suposiciones y suponía unos mayores ingresos por parte de las matrículas.
Probablemente bajo el actual sistema de financiación hoy no son factor, por eso hablaba de crisis, porque si los Gobiernos Autonómicos no cumplen con el financiamiento comprometido, las Ues españolas se las verán pardas.
Sin embargo, tú análisis es perfecto para el caso chileno, totalmente a la inversa del español, donde en promedio las universidades estatales financian sus presupuestos en un 80% con las tasas que le cobran a los estudiantes.
Es más, cada año las Ues chilenas tienen un punto de equilibrio para financiar su presupuestos en cuanto a los alumnos nuevos a matricular, si no se alcanza se ponen en serio riesgo las inversiones y las planillas de remuneraciones de sus funcionarios académicos y no académicos.
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