miércoles, 29 de diciembre de 2010
Reciclaje en las universidades como un ámbito importante de su responsabilidad social.
domingo, 26 de diciembre de 2010
A Cecilia Julio Bolados Q.E.P.D.
jueves, 16 de diciembre de 2010
Universidad, sociedad civil y cooperación.
jueves, 9 de diciembre de 2010
Buscando a Cecilia Julio Bolados, estudiante desaparecida de la Universidad de Antofagasta.
El día sábado 27 de noviembre de 2010 a las 23:00 hrs. fue vista por última vez y desde entonces sus familiares, amigos, compañeros de estudios y las autoridades le buscan sin cesar, apoyando incluso el trabajo policial que realizan tanto Carabineros como la PDI, pero también sin resultados positivos en la búsqueda dado que se tienen pocas pistas de lo que pudo haber sucedido realmente aquella noche.
martes, 30 de noviembre de 2010
Protestas en el Campus Segovia de la Universidad de Valladolid.
viernes, 26 de noviembre de 2010
Otro tirón de oreja para la universidad tradicional.
En España por ejemplo, se desarrolla el modelo de Universidad Digital 2010 que pretende alcanzar la convergencia del quehacer institucional de las universidades mediante la utilización e implementación de procesos docentes y administrativos que aprovechan las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), acogiendo los planteamientos y recomendaciones emanados desde la Unión Europea para la adaptación de las universidades al EEES, y en general para enfrentar de mejor manera el rol que tienen las instituciones de educación superior en la sociedad del conocimiento.
El impacto de las TICs en el ámbito educativo, especialmente la Internet, no ha dejado indiferente a la formación universitaria por las innumerables ventajas y oportunidades que le ofrece, como nos recuerda Gutiérrez Pequeño (2008:234) quien señala que “la web se convierte en la infraestructura básica para desarrollar los procesos de enseñanza-aprendizaje no presenciales, combinado servicios síncronos y asíncronos, lo que ha dado lugar a un modelo conocido como e-formación o e-learning”.
Uno de los beneficios específicos que aporta el uso de las TIC en la educación superior se produce en los procesos de formación continua a lo largo de la vida laboral de los profesionales en ejercicio, especialmente en lo que se refiere a la obtención de segundas titulaciones, postgrados o simplemente para mejorar su inserción y adaptación al mercado de trabajo.
Un ámbito específico de los impactos positivos de la utilización de las TIC e Internet es identificado por Duart et al (2008) en lo que se refiere a la bibliotecas universitarias como pioneras en la implantación de estas herramientas para el mejoramiento del servicio que ofrecen a la comunidad universitaria, situación que queda reflejada por ejemplo en el acceso a revistas electrónicas, bases de datos y libros electrónicos que permiten a docentes y estudiantes acceder a información que en papel impreso sería muy complicado debido a la barrera geográfica.
Los efectos de la revolución digital en las universidades implicarán además de un cambio a nivel tecnológico y de infraestructuras, un importante cambio a nivel de las políticas, procesos y muy especialmente en la cultura organizacional de cada universidad.
De esta manera, y como una condición importante para alcanzar los beneficios identificados anteriormente, las universidades tienen que introducir cambios en su quehacer docente, investigador y de extensión en base a las posibilidades y beneficios que ofrecen las TIC, desarrollando procesos virtuales mediante plataformas tecnológicas en cada una de las actividades universitarias, incluidos los procesos de gestión económica y académica, potenciando especialmente los procesos de e - learning en la universidad.
jueves, 25 de noviembre de 2010
Las reformas universitarias que nadie quiere en Europa.
En ese contexto, algunos gobiernos han decidido implementar reformar e importantes cambios en los sistemas universitarios, que básicamente consisten en medidas bastante similares: reducción de los aportes presupuestarios del Estado a las universidades, fundamentalmente ayudas y becas, aumento de tasas a los estudiantes y disminución de los recursos destinados a la investigación.
Ayer, por segunda semana consecutiva los estudiantes del Reino Unido se lanzaron a las calles para protestar contra las medidas de su Gobierno, lo que se tradujo en importantes enfrentamientos y choques con la policía.
sábado, 20 de noviembre de 2010
La responsabilidad social universitaria y su relación con la razón de ser de las universidades populares.
Es importante señalar que las universidades populares no son una expresión exclusiva, ni mucho menos habitual de las instituciones universitarias tradicionales en la actualidad, sino que en la mayor parte de los casos obedece en su origen a movimientos sociales y ciudadanos que abrazando la idea de la educación permanente van desarrollando este concepto, especialmente a nivel de los municipios y sus responsabilidades en materia de educación.
Así por ejemplo, según López (2008:33) las universidades populares “son instituciones de educación de adultos y animación sociocultural de carácter no lucrativo, sometidas al control público cuyo ámbito de actuación es la comunidad municipal”, confirmando con ello el fuerte énfasis ciudadano y municipal del contexto de este tipo de universidades. De manera complementaria, la propia FEUP declara que la universidad popular es un proyecto de desarrollo cultural para mejorar la calidad de vida de las personas y la comunidad.
Tampoco hay que olvidar que alguno de los proyectos de universidades populares han estado relacionados desde su origen a las propuestas de formación vinculadas a la educación social y la animación socio-cultural plenamente vigentes en la actualidad, especialmente en lo relacionado con la educación de adultos.
No obstante todo lo anterior, propuestas como la Universidad Permanente Millán Santos por ejemplo, desarrollada bajo el alero de la Universidad de Valladolid, conjugan actualmente a la perfección la participación de la universidad tradicional en el ámbito de la educación permanente o para toda la vida de las personas adultas, compaginándolo con el ámbito de extensión universitaria.
En complemento de lo anterior, diversos investigadores vinculan el movimiento de las universidades populares con la función de extensión universitaria que desarrollan las organizaciones universitarias tradicionales, especialmente en lo que se relaciona con la difusión y promoción de la cultura en la sociedad.
De esta forma, las universidades tradicionales pueden recoger importantes experiencias del trabajo de las universidades populares en el último siglo, especialmente en lo que se relaciona con la educación de adultos, la educación social y la animación sociocultural, así como respecto de las acciones relacionadas con los programas de aprendizaje para toda la vida, todos ámbitos en los que de manera creciente la sociedad demanda que las instituciones de educación superior realicen diferentes esfuerzos tanto en docencia, investigación y extensión universitaria, especialmente en el marco de la responsabilidad social de la universidades.
lunes, 15 de noviembre de 2010
La universidad como agente de transformación social.
En ese escenario de cambios sociales, de acuerdo con Alejandra Boni (2006:101) el desarrollo de nuevos modelos de universidades mejor sensibilizadas con las necesidades de la sociedad, debiera expresarse en la existencia y desarrollo de instituciones de educación superior “orientadas al desarrollo humano no tiene porque ser reproductora sino transformadora, entendiendo por transformación el impulso de cambios sustanciales en las instituciones sociales, en la política y en la economía, con importantes implicaciones para las relaciones entre grupos sociales y clases, y para la manera de crear riqueza, estatus y poder”.
Entre las características de una universidad transformadora que esta autora señala se encuentran:
• Bien público: relacionado con la existencia de niveles suficientes de financiación pública que garanticen que la educación superior y la investigación sean accesibles para todas las personas, y no sólo para quienes puede pagar el costo de los estudios universitarios. En ningún caso significa renunciar a los recursos privados.
• Universal: realizar todos los esfuerzos posibles para eliminar los impedimentos sociales, económicos y culturales para el acceso a la universidad que puedan tener los grupos más desfavorecidos, intentando llegar al mayor número de personas posibles.
• Autónoma: Respecto de los poderes públicos, de los intereses económicos, mediáticos, religiosos y culturales, que permitan una plena libertad para cuestionar y criticar todos aquellos aspectos que estén relacionados con el desarrollo humano y que no están correctos o funcionando adecuadamente, siempre ejerciendo dicha autonomía dentro de los márgenes de la responsabilidad social de la universidad.
• Pertinencia social: desarrollo de una orientación al largo plazo desde la perspectiva de las necesidades de la sociedad, no sólo relacionadas con aspectos inmediatos relativos a la satisfacción del mercado laboral, sino que orientados a problemas sociales complejos como la erradicación de la pobreza, el deterioro del medio ambiente o el analfabetismo por ejemplo.
• Calidad integral: relacionada con la evaluación del impacto humano de la universidad, focalizada en el impacto de la institución universitaria en la expansión de las funciones y capacidades de todos los miembros de la comunidad universitaria (alumnos, profesores y personal de administración y servicios) y las de aquellos influidos por la actividad de la universidad: empresas, tercer sector, instituciones públicas y privadas.
De acuerdo con los planteamientos de la OCDE (2008), un aspecto clave para la adecuada contribución de las instituciones de educación superior para impactar positivamente en el desarrollo humano y social, se encuentra relacionado con sus aportaciones a la sustentabilidad con la cual dicho desarrollo debiera alcanzarse, tanto en el interior de las universidad en cada una de sus funciones principales (docencia, investigación, extensión y gestión) mediante la aplicación de una serie de buenas prácticas sustentables, así como externamente en su colaboración con las entidades locales y los gobiernos regionales y nacionales, para el desarrollo de acciones y políticas vinculadas con el desarrollo sustentable.
En complemento con lo anterior, de acuerdo con un estudio realizado por la Global University Network for Innovation (GUNI) en el 2008, se consulto a una serie de expertos y profesionales vinculados con la educación superior acerca de las razones por las cuales las universidades deben contribuir al desarrollo humano y social, destacando dos aspectos principalmente:
• La educación superior debe formar además de buenos profesionales, personas y ciudadanos capaces de participar activamente en las diferentes esferas de la sociedad (social, económica, cultural, política, etc.)
• La educación superior tiene la obligación, como uno de sus objetivos centrales, contribuir al desarrollo humano y social, a través de la interacción pertinente y comprometida con su entorno.
miércoles, 10 de noviembre de 2010
Parece que hay vida en el movimiento estudiantil europeo.
viernes, 5 de noviembre de 2010
Contraluces en la financiación internacional al desarrollo.
miércoles, 27 de octubre de 2010
La Universidad: ¿un servicio público o un bien privado?
jueves, 21 de octubre de 2010
Resultados de la Convocatoria de los Campus de Excelencia Internacional.
sábado, 16 de octubre de 2010
V Congreso Universidad y Cooperación al Desarrollo.
lunes, 11 de octubre de 2010
Dime cuanto publicas y te diré quién eres.
miércoles, 6 de octubre de 2010
Segundas Jornadas sobre responsabilidad social en la Universidad de Valladolid.
domingo, 3 de octubre de 2010
La universidad española al borde del abismo.
miércoles, 22 de septiembre de 2010
Reseña del Libro Responsabilidad Social Universitaria.
El texto se encuentra estructurado en cuatro partes y ofrece en 14 capítulos una mirada bastante interesante y profunda del concepto de responsabilidad social universitaria (RSU), así como respecto de diversas experiencias que se están desarrollando en los últimos años en España.
Las dos últimas partes del libro intentan abordar a la RSU desde perspectivas más aplicadas y contextos más específicos, destacando en la tercera parte el análisis que se realiza de los planteamientos que formula en España la denominada Estrategia Universidad 2015 respecto de la RSU, así como de sus posibles impactos en la responsabilidad social de las empresas. También se destaca en esta parte del libro la relevancia de la vinculación de la universidad con la empresa en el contexto de la sociedad del conocimiento, la necesidad de potenciar la transferencia tecnológica desde la universidad hacia la empresa, así como del desarrollo de emprendimientos en las instituciones de educación superior.
lunes, 20 de septiembre de 2010
La precariedad laboral de los jóvenes investigadores en España.
jueves, 16 de septiembre de 2010
¿Economía basada en el conocimiento o en el ladrillo?. El gran dilema del Gobierno español.
domingo, 29 de agosto de 2010
La triple hélice en acción: proyecto de cultivo del dorado en Chile.
jueves, 19 de agosto de 2010
¿Son fraudulentos los científicos a la hora de publicar sus investigaciones?
Sobre el tema que se publica en el artículo de El Mundo, Robert K. Merton escribió hace ya algunas décadas los principales aspectos de la sociología de la ciencia que explican muchos de los comportamientos fraudulentos de los científicos, sistematizado en una serie de valores que describen el comportamientos de las personas que se desenvuelven en el ámbito científico:
- Universalismo: La búsqueda de la verdad, cualquiera sea su fuente, debe ser sometida a criterios impersonales establecidos: la observación y el conocimiento anteriormente confirmado. La objetividad excluye al particularismo.
- Comunismo: Los hallazgos científicos son un producto de colaboración social u son asignados a la comunidad, constituyen una herencia común, en donde el derecho de su autor es severamente limitado.
- Desinterés: Es una pauta de control institucional que privilegia la pasión del conocimiento, la curiosidad ociosa y la preocupación altruista por el bienestar de la humanidad como los motivos principales del trabajo científico.
- Esceptisismo organizado: Cuestionamiento científico latente de ciertas bases de la rutina establecida en la naturaleza y en las instituciones de la sociedad en general, respecto de sus creencias o dogmas.
- Humildad:Valor socialmente impuesto que sirve para reducir la mala conducta de los científicos expresada en fraudes científicos o plagios, busca equilibrar la excesiva importancia de la originalidad en el ámbito científico.
Según el propio Merton existe una importante presión sobre los científicos a quienes constantemente se les recuerda que deben promover el conocimiento y contribuir en el desarrollo del mismo como una de las prioridades más importantes de su trabajo.
Esta situación lleva a los científicos a apreciar de manera importante a la originalidad dentro de su trabajo como valor supremo, como un aspecto relevante dentro de la institucionalidad de la ciencia que les permitirá acceder al reconocimiento de sus contribuciones al desarrollo de la ciencia por parte de las comunidades científicas en las cuales se encuentran insertos, trabajan o se relacionan.
Además, el reconocimiento por parte de los demás científicos se transforma según Merton (1977:386) en el mejor “testimonio socialmente convalidado” de que el investigador ha desarrollado su carrera como científico, acorde con los cánones y estándares de su rol como tal de acuerdo con las normas institucionales de la ciencia, algo que también tendrá importantes efectos en la motivación y autoestima como científico.
Sin embargo, a nuestro juicio esta “presión” hacia la búsqueda de reconocimiento trae consigo algunos efectos negativos o colaterales indeseados sobre los científicos, debido a que puede llegar a producirse un excesivo interés de los investigadores por acceder al reconocimiento científico, lo que puede exacerbar dichas ansias hacia límites que pueden exceder los aspectos éticos, de compromiso social e inclusive de las propias normas institucionales o técnicas de la ciencia.
miércoles, 11 de agosto de 2010
Estudiar una carrera universitaria por vocación o porque me dan una beca: ¿cuestión sólo de números?
miércoles, 28 de julio de 2010
Asesinan a Decano de Económicas en Colombia: ¿otra vez el terrorismo en la universidad?
domingo, 25 de julio de 2010
La responsabilidad social universitaria en materia de cooperación al desarrollo e internacionalización.
En esa perspectiva, Sebástián (2000:134) señalaba que cuando la universidad participa como agente de la cooperación para el desarrollo debe existir una estrategia institucional que considera esta materia como “un espacio para expresar su responsabilidad social, proyectar y transferir las capacidades y conocimientos de la universidad y obtener diferentes tipos de retornos, incluyendo los financieros”, teniendo como principal expresión de este rol la participación en proyectos de cooperación para el desarrollo acorde con las capacidades institucionales que se posean.
A su vez, basándonos en Unceta (2001) la universidad en el contexto de la cooperación al desarrollo le caben algunas responsabilidades de importancia, tales como otorgar una mayor importancia a la investigación y el debate sobre las condiciones del desarrollo a nivel mundial, reto que según este autor debiera ser enfrentado entre otras medidas con la creación de centros o institutos de investigación especializados en la materia.
Estas responsabilidades de las universidades en materia de cooperación al desarrollo señaladas anteriormente, se conectan adecuadamente con los planteamientos que vinculan a la responsabilidad social universitaria con la contribución que estas instituciones deben realizar tanto al necesario debate para alcanzar una mejor sociedad, así como respecto de la producción de conocimiento que permita una adecuada transformación social (Chomsky, 2002; Kliksberg, 2009; UNESCO 1998 & 2009).
También, a la universidad le corresponde participar directamente como agente de cooperación, ejecutando proyectos y programas concretos para apoyar las necesidades de las personas de territorios más necesitados, partiendo por establecer procesos de cooperación con otras universidades en países menos desarrollados, que incluyan formación del profesorado, apoyo a la gestión institucional, bibliotecario entre otros aspectos.
Asimismo, la universidad debiera ser capaz de participar en programas y proyectos de cooperación junto a otros actores sociales tales como ONGs, ayuntamientos o empresas, formando consorcios compuestos por una diversidad de instituciones que aúnan esfuerzos, recursos y capacidades para el desarrollo conjunto de dichas iniciativas de cooperación al desarrollo.
De acuerdo con Arias & Molina (2008) la cooperación internacional para el desarrollo es uno de los campos que comprende la responsabilidad social de las universidades, por lo que las actividades que las instituciones de educación superior desarrollen en esta temática tienen que transformarse en un aspecto integral de su misión institucional que complemente su quehacer científico mediante el desarrollo de su función social, evitando que estas instituciones sean consideradas solamente como industrias del conocimiento o fábricas de profesionales.
De esta manera, la universidad como institución tiene una función social vinculada a la solidaridad internacional y la cooperación al desarrollo como parte de sus desafíos para contribuir a la transformación social (Unceta, 2007; Arias & Molina, 2008), por lo que la internacionalización de la universidad a través de acciones de cooperación al desarrollo le permitirá cumplir con los retos de su responsabilidad social en este ámbito, contribuyendo al establecimiento de relaciones entre personas, instituciones, regiones y países, como un claro aporte también al fortalecimiento del capital social especialmente en aquellas zonas con menor desarrollo.
Finalmente, Unceta (2007:45) identifica como uno de los ámbitos que las universidades deben considerar en sus estrategias de cooperación al desarrollo a la promoción de los valores solidarios y universalistas, tanto en su interior especialmente entre los jóvenes que forma así como hacia el resto de la sociedad, mediante la realización de una serie de acciones concretas: (1) incorporación a sus programas docentes y de investigación de las preocupaciones por la equidad, el desarrollo humano y la sostenibilidad; (2) promoción del voluntariado a través de la generación de espacios de debate y sensibilización; y (3) participación en programas y proyectos de cooperación al desarrollo.
sábado, 17 de julio de 2010
Nueva Sección del Blog: Acceso a Revistas Electrónicas.
viernes, 16 de julio de 2010
Historia de la Universidad: los modelos clásicos.
De esta manera, basándonos en Boni (2006:92) “la universidad medieval permaneció relativamente estable hasta el siglo XVIII, cuando sufrió una importante transformación debido a la influencia de la Ilustración. A principios del siglo XIX, la pequeña, autónoma y elitista universidad medieval se convirtió en una institución al servicio del estado-nación”, ratificando con ello una de las características más importantes de los modelos desarrollados durante el siglo XIX: su fuerte dependencia del Estado.
En confirmación de lo anterior, de acuerdo con Gallego (2003) las bases del cambio experimentado por la universidad en el siglo XIX fueron tres: (1) la idea de la libertad de cátedra y enseñanza; (2) la inclusión de la investigación y la burocratización; y (3) la estatalización de la universidad.
A partir de este momento, se identifican y desarrollan diferentes modelos clásicos de universidad, tanto en Europa como luego en EE.UU., al igual que en la Europa del Este, que obedecen a distintas maneras de encarar el concepto de educación superior de acuerdo a la cultura, historia e idiosincrasia de cada zona geográfica en las que se desarrollan dichos modelos: Humboldtiano, Napoleónico y Anglosajón.
La principal característica de las Escuelas en el nuevo modelo de educación superior francés es el servicio público, a través de la formación de élites sociales preparadas para impulsar el desarrollo económico del país (Estado-Nación), por lo que se trata de un modelo que fortalece la relación entre las universidades y el Estado.
De acuerdo con Latorre (1964) el modelo de universidad británico desarrollado en base a la educación liberal, provee de una formación lo más general posible desarrollada en forma independiente de la futura actividad profesional de los egresados, y es diferente a la formación científica e investigadora, no siendo estos últimos fines esenciales del modelo propuesto por el Cardenal John Henry Newman.