jueves, 24 de mayo de 2012

La responsabilidad social aplicada al sector público.

Durante los últimos años, otro de los ámbitos de mi interés investigativo respecto del modelo de responsabilidad social ha sido sus posibles aplicaciones al funcionamiento de las instituciones estatales y servicios públicos.
Más allá de las múltiples propuestas y definiciones del concepto de responsabilidad social existentes en la literatura, una de las principales certezas del mismo es su origen empresarial en cuanto a su principal ámbito de origen y aplicación, el cual se ha ido extendiendo paulatinamente hacia otro tipo de organizaciones tales como las universidades, Organismos Internacionales, ONGs y Administraciones Públicas.
Un resumen de los principales ejes alrededor de los cuales debe girar la nueva actitud de la organización hacia su entorno social relacionada con la responsabilidad social, son fundamentalmente cuatro:
1. Facilitar la participación de los ciudadanos en la toma de decisiones organizacionales que los afectan;
2. Detección y satisfacción de aquellas preocupaciones o expectativas sociales relacionadas con la actividad de la organización y sus impactos;
3. Recabar la evaluación de las partes interesadas, respecto del desempeño organizacional en las distintas dimensiones de la responsabilidad social, como parte de su rendición de cuentas.
4. Responder a las reivindicaciones de la sociedad civil o adelantarse a ellas, con lo que las organizaciones que deseen ser consideradas socialmente responsables necesariamente deben estar atentas a los cambios sociales y las principales problemáticas de cada sociedad.
Así, el modelo de responsabilidad social de acuerdo con la literatura, se relaciona con una serie de aspectos relevantes, que es posible resumir entre otros factores en:
• Relación con los stakeholders. Preocupación de la organización por conocer quiénes son las personas, grupos e instituciones afectados o interesados en el quehacer institucional, estableciendo redes de colaboración y aprendizaje mutuo.
• Rendición de cuentas. Disposición por parte de la sociedad en general y los stakeholders en particular, de información relevante sobre las acciones y recursos destinados por la organización para responsabilizarse por los impactos que genera.
• Gestión de impactos organizacionales. Preocupación por responsabilizarse por los efectos que tiene el quehacer institucional en el entorno y la sociedad en general.
• Garantía de los derechos universales. Incorporación al funcionamiento y cultura organizacional del respeto por los derechos humanos, laborales y medioambientales.
• Desarrollo sostenible. Esfuerzos tendientes a alcanzar un desarrollo humano que no solo considera las necesidades actuales sino también las de las generaciones futuras.

Los aspectos señalados anteriormente permiten identificar notoriamente tres aspectos operativos claros de este modelo, a través de la identificación y relación con los stakeholders, la rendición de cuentas y la gestión de impactos, mientras que el desarrollo sostenible permite identificar el fin de este modelo que establece el desafío a las organizaciones que desean alcanzar un comportamiento socialmente responsable de abrirse hacia la sociedad, e incorporar las necesidades, expectativas y requerimientos sociales a sus objetivos, estrategias y políticas, y por ende a su funcionamiento institucional habitual.
Luego, la revisión de la literatura evidencia un cierto acuerdo para identificar dos ámbitos claros y concretos en donde se produce la aplicación del modelo de responsabilidad social al sector público: en el propio funcionamiento institucional y en lo relacionado con las políticas públicas asociadas a la responsabilidad social corporativa.

Figura. Modelo de la responsabilidad social aplicada al sector público.
Fuente: Elaboración Propia (2012).

Es importante recordar que la Nueva Gestión Pública entre otros muchos aspectos se relaciona con una reconsideración de las relaciones del Estado con la ciudadanía, con un proceso de reinvención del Gobierno para mejorar el desempeño y aumentar la  transparencia y la responsabilidad de las Administraciones Públicas, un  rediseño del sector público alineándolo con el privado mediante la introducción de técnicas de gestión privada, o con un cambio en el modo como son gerenciados, operados y supervisados los diferentes organismos gubernamentales.
De esta forma, las instituciones y servicios públicos pueden incorporar a su funcionamiento como expresión de su comportamiento socialmente responsable el fortalecimiento de su relación con los stakeholders, establecimiento de procesos de rendición de cuentas hacia la sociedad, y en general, una preocupación por los impactos generados a raíz de su propio quehacer. 
En cuanto a las políticas públicas, el rol del sector público habitualmente es concebido como promotor y facilitador de las condiciones necesarias para que la responsabilidad social se transforme en un aspecto relevante en el funcionamiento de las organizaciones empresariales, así como un aspecto cultural de los habitantes de un país, estableciendo incentivos y acciones de sensibilización respecto del comportamiento socialmente responsable, así como desarrollando acciones concretas como por ejemplo establecer a la responsabilidad social como un criterio que deben cumplir los proveedores que participan de los sistemas de compras públicas en cada país.


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