sábado, 28 de noviembre de 2009

Otra de rankings: Las universidades chilenas y los reclamos en el Servicio Nacional del Consumidor.


Esta semana el Servicio Nacional del Consumidor (SERNAC) en Chile ha publicado un ranking sobre las universidades respecto de los reclamos recibidos en dicho servicio, confeccionado en base al número de quejas presentadas por los usuarios en el rubro eduación entre los meses de enero y noviembre de 2009, registrándose un aumento de un 130% en este rubro con respecto a igual período del año pasado, y del total de reclamos el 35% corresponde a las 41 universidades consideradas en el ranking, de las cuales 33 aumentaron su índice de conflictividad con los usuarios y sólo 8 lo disminuyeron.

En general este ranking se construye en base al concepto de calidad percibida del servicio, vale decir la diferencia entre lo inicialmente ofrecido y lo realmente recibido por el usuario, por lo que los principales motivos de reclamo de los usuarios ante el SERNAC son: Incumplimiento de las condiciones contratadas (32,1%); Servicio defectuoso (16,8%); Falta de información veraz y oportuna (9,41%) y Facturación excesiva o no justificada (6,55%).
De acuerdo con el SERNAC, la elaboración de este ranking pretende orientar tanto a los padres como a los jóvenes que ingresarán al sistema universitario chileno en el 2010, en la víspera de la rendición de la Prueba de Selección Universitario (PSU) que se realizará la próxima semana, siendo este el principal mecanismo de selección de los nuevos estudiantes por parte de las universidades chilenas.
Este Servicio también indica que 10 universidades obtienen un índice de conflictividad superior a la media (3%), recordando que el número de quejas se contabiliza por cada 1000 alumnos matriculados para confeccionar dicho índice.
Un par de reflexiones surgen respecto de este ranking de reclamos de las universidades chilenas, que en primer lugar apuntan hacia el sistema de aseguramiento de la calidad de las instituciones de educación superior en Chile, a cargo de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) que es la encargada de certificar, mediante los informes evacuados por las Agencias de Acreditación, respecto de la calidad de las universidades en las áreas de docencia, investigación, vinculación con el medio y gestión entre otras.
Lo anterior, porque entre las primeras universidades del ranking del Sernac aparecen 4 universidades de las 10 primeras que cuentan con acreditación vigente, a lo que se suman la situación de universidades privadas muy prestigiosas en Chile como la Pontificia Universidad Católica y la Universidad Andrés Bello:

% Ranking de reclamos, Años de Acreditación
1. Universidad de La República (12,1%), No acreditada.
2. Universidad de Los Lagos (Osorno) (11,2%), 3 años acreditada.
3. Universidad ARCIS (9,3%), No acreditada.
4. UCINF (8,9%), No acreditada.
5. U. de Aconcagua (8,4%), Sin información.
6. U. de las Américas (6%), 2 años acreditada.
7. UTEM (5,1%), No acreditada.
8. Universidad del Mar (4,4%), No acreditada.
9. Universidad Arturo Prat (3,7%), 2 años acreditada.
10. UMCE (3,5%), 4 años acreditada.
11. Pontifica Universidad Católica (2,9%), 7 años acreditada.
12. Universidad Central de Chile (2,9%), 4 años acreditada.
13. Universidad Andrés Bello (2,8%), 5 años acreditada.

Como se observa en la relación anterior, tomando en consideración la media de reclamos (3%), las universidades que superan este promedio o lo rebajan por un par de décimas, muestran que más de la mitad se encuentra Acreditada por la CNA y la mayoría de esas instituciones con sello de calidad ubicadas en Santiago, con excepción de la Universidad de Los Lagos y Arturo Prat, casos casi emblemáticos en el sistema universitario chileno por la cantidad de sedes que poseen a lo largo del país.
La segunda reflexión que surge de este ranking tiene que ver evidentemente con la responsabilidad social de las universidades que lo integran, especialmente por lo relacionado con los motivos esgrimidos por los usuarios en sus reclamos, los cuales reflejan una importante falta de transparencia por un lado, y por el otro una incapacidad de las universidades para satisfacer las expectativas y demandas de las partes interesadas en su quehacer, ambos aspectos centrales del comportamiento socialmente responsable de cualquier institución.
Este tipo de estudios, desarrollados por entidades totalmente independientes como el SERNAC, nos muestran importantes aspectos a considerar tanto desde la perspectiva de la calidad, la transparencia y la responsabilidad social, especialmente porque los motivos de reclamación de los usuarios se relacionan con cuestiones básicamente de gestión, pero que obligan a cuestionarse respecto de los resultados que las universidades chilenas puedan estar entregando al país en otras áreas tan relevantes como la calidad de los profesionales que forma o sus avances en la investigación científica y tecnológica.

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jueves, 26 de noviembre de 2009

Tercer Encuentro de Jóvenes Investigadores Iberoamericanos de la UVa.









Este tercer Encuentro realizado la tarde del miércoles 25 de noviembre de 2009, en el Instituto Interuniversitario de Estudios de Iberoamérica y Portugal en la ciudad de Tordesillas en España, reunió a más de 60 participantes de las diferentes disciplinas del quehacer científico existentes en la Universidad de Valladolid, con el propósito de intercambiar información, puntos de vistas e inquietudes acerca de la experiencia acumulada por los participantes en el desarrollo de sus doctorados, proyectos e investigaciones científicas, así como la búsqueda de oportunidades para proyectar y consolidar sus promisorias carreras como investigadores.
Durante el Encuentro, se expusieron cuatro interesantes experiencias de los investigadores participantes respecto de los resultados obtenidos en la realización de sus tesis doctorales, estancias postdoctorales o proyectos de investigación, lo que sumado a la exposición de más de una decena de posters otorgaron un importante marco académico al Encuentro, marcando quizá el camino a seguir a los organizadores de esta actividad para "ponerle pantalón largo" a este tipo de iniciativas en futuras ediciones, y consolidarlo en el tiempo como una instancia permanente y con amplia difusión en el ámbito académico local.
Esta consolidación debiera sustentarse aprovechando el importante conocimiento y experiencia acumulada por los investigadores participantes, que aunque jóvenes poseen un gran potencial científico como quedó demostrado en las comunicaciones y posters presentados, lo que debiera dar lugar en las futuras ediciones de este Encuentro al desarrollo de más sesiones académicas, publicación de los resultados de las investigaciones presentadas por los jóvenes investigadores en algún anuario, así como asociaciones con organismos científicos de carácter nacional como el CSIC por ejemplo, para que patrocine este tipo de eventos.
Además, esta actividad contemplaba una mesa redonda en la cual se intercambiaron algunos puntos de vistas e inquietudes entre los participantes y las autoridades universitarias de la Universidad de Valladolid, encabezadas por el Sr. Rector, Vicerrectora de Estudiantes, Directora de Asuntos Internacionales y el Director del Instituto Interuniversitario de Estudios de Iberoamérica y Portugal, quién ofreció a los asistentes amplias posibilidades de participar activamente en las actividades que el Instituto desarrolle a futuro, para fortalecer los lazos de intercambio entre los investigadores iberoamericanos.
Finalmente, el Encuentro también contempló un acto musical-cultural dedicado a una muestra de bailes folklóricos brasileños que amenizaron la jornada, y que en más de una oportunidad entusiasmó e hizo poner de pie a los asistentes, quienes participaron activamente en la presentación artística, la que fue coronada con el tradicional "Vino español" que sirvió para cerrar una interesante jornada, que promete convertirse en terreno fértil para la generación de importantes lazos de colaboración científica y también de amistad, como quedó ampliamente demostrado en el bus que trabajo de vuelta a los participantes hasta Valladolid, amenizado por los cantos y la alegría de sus integrantes, que reflejan una señal inequívoca de quienes habían disfrutado de una muy buena jornada.
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domingo, 22 de noviembre de 2009

Principios para una educación responsable en gestión.

El Global Compact o Pacto Mundial en su traducción al castellano, es una iniciativa de las Naciones Unidas, implementada durante el período en el que Kofi Annan ejerció la Secretaría General de este organismo internacional (1997-2006), quién puso en marcha esta iniciativa que contiene 10 principios generales para que las empresas y organizaciones en general orienten sus esfuerzos hacia la implementación de la responsabilidad social en su quehacer.
De esta manera, en el escenario de una economía mundial altamente integrada y compleja, de acuerdo con esta iniciativa las empresas juegan un rol preponderante y demandan sistemas de gestión capaces de integrar las preocupaciones ambientales, sociales y de gobierno corporativo en sus planes estratégicos y operaciones diarias.
En esa perspectiva, la mirada del Global Compact apunta ahora hacia las Instituciones Académicas, señalándolas como las encargadas de “formar las actitudes y la conducta de los líderes empresariales por medio de la educación, la investigación, los programas de desarrollo gerencial, la formación empresarial y otras actividades, menos tangibles pero igualmente penetrantes, como divulgar y abogar por nuevos valores e ideas”.
Esta propuesta del Global Compact para que las instituciones de educación superior apoyen sus esfuerzos por fomentar y difundir el comportamiento socialmente responsable y la sostenibilidad, bajo la sigla PRME (Principles for Responsible Management Education) se estructura sobre la base de seis grandes principios, especialmente formulados en virtud del quehacer de las instituciones de educación superior, los que pretenden delimitar los aspectos relevantes relacionados con la docencia, investigación y programas de capacitación empresarial que las universidades y otros Centros de Formación debieran proporcionar a los futuros ejecutivos y gestores de las empresas, para que pongan en práctica en las organizaciones empresariales que gestionan los principales aspectos relacionados con la responsabilidad social y sostenibilidad:

Principio Nº1: Propósito
Desarrollaremos las capacidades de los estudiantes para que sean futuros generadores de valor sostenible para los negocios y la sociedad en su conjunto, y para trabajar por una economía global incluyente y sostenible.
Principio Nº2: Valores
Incorporaremos a nuestras actividades académicas y programas de estudio los valores de la responsabilidad social global, tal y como han sido descritos en iniciativas internacionales, tales como el Global Compact de Naciones Unidas.
Principio Nº3: Método
Crearemos marcos educativos, materiales, procesos y entornos pedagógicos que hagan posible experiencias efectivas de aprendizaje para un liderazgo responsable.
Principio Nº4: Investigación
Nos comprometeremos con una investigación conceptual y empírica que permita mejorar nuestra comprensión acerca del papel, la dinámica e el impacto de las corporaciones en la creación de valor sostenible social, ambiental y económico.
Principio Nº5: Partenariado
Interactuaremos con los gestores de las corporaciones empresariales para ampliar nuestro conocimiento de sus desafíos a la hora de cumplir con sus responsabilidades sociales y ambientales y para explorar conjuntamente los modos efectivos de enfrentar tales desafíos.
Principio Nº6: Diálogo
Facilitaremos y apoyaremos el diálogo y el debate entre educadores, empresas, el gobierno, consumidores, medios, de comunicación, organizaciones de la sociedad civil y los demás grupos interesados, en temas críticos relacionados con la responsabilidad social global y la sostenibilidad.

Actualmente, un total de 271 instituciones académicas, principalmente Escuelas de Negocios, se encuentran incluidas como participantes de esta iniciativa, dominando en la distribución geográfica de las entidades miembros las universidades de EE.UU. y Europa, siendo menor la participación de entidades latinoamericanas, algunas de Argentina, Brasil, Colombia, México, Paraguay y Perú. De Chile sólo participa la Universidad Andrés Bello.
En el caso de España, de un total de 13 instituciones que participan de esta iniciativa, mayoritariamente corresponden a Escuelas de Negocios de carácter privado, y sólo 6 de ellas son dependientes o con alguna relación con Universidades, situación que se reitera en la mayoría de los casos del resto de instituciones en los demás países participantes.
Sin lugar a dudas que la principal “apuesta” de esta iniciativa es lograr que las Escuelas de Negocios (Business School) de las Instituciones de Educación Superior implementen estos seis Principios, dado que son las encargadas de preocuparse por los aspectos relativos a la formación de gerentes, investigación de los principales aspectos relacionados con los procesos y técnicas de gestión y muy especialmente a difundir la responsabilidad social entre las empresas.
A pesar de tratarse de una iniciativa muy interesante y con gran potencial, es llamativo que las principales universidades del mundo, aquellas de mejor ubicación en los rankings internacionales, no formen parte de la misma, dado que seguramente los principales y más importantes ejecutivos y líderes empresariales de cada país se formarán en dichas instituciones de educación superior, algo que probablemente se transforme en un desafío a mejorar para los responsables de los PRME y el Global Compact.
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martes, 17 de noviembre de 2009

Caminata de los estudiantes de la Universidad Central Sede Antofagasta hasta Santiago de Chile.


Hace varios días ya que los estudiantes de las carreras de derecho, sociología y psicología de la Universidad Central en Chile Sede Antofagasta, desarrollan un movimiento de protesta mediante un paro y ahora una caminata de casi 2000 km., para reclamar por el cierre de los procesos de admisión de alumnos nuevos en la Sede.
Dicha Universidad, acreditada institucionalmente a nivel nacional, pero que al parecer deja mucho que desear en las sedes que abre en Regiones, tomó hace algunos meses la decisión de no iniciar un proceso de admisión de alumnos nuevos para los programas antes mencionados a partir del año 2010, porque no obtienen suficientes postulantes para sustentar económicamente dichas carreras en la Sede, siendo más rentables los programas de prosecución de estudios universitarios para trabajadores o la capacitación a empresas, obviamente en desmedro de lo que los actuales estudiantes consideran un decisión arbitraria e injusta.
Resulta claro que la decisión de abrir una sede en Regiones por parte de una universidad privada obedece únicamente a un negocio, que de no ofrecer la rentabilidad esperada prontamente es re-estructurado, o como en este caso derechamente cerrado. Es evidente que esta universidad le ha garantizado a los estudiantes que podrán terminar sus estudios sin mayores problemas, pero en las penunbras de una sede a medio morir.
No conformes con la decisión tomada por la dirección nacional de esta universidad, los estudiantes que se encuentran en paro de clases desde hace tres semanas, han decidido viajar desde Antofagasta hasta Santiago a pie, vale decir casi 2000 kilómetros para exponer sus demandas ante las principales autoridades de esta institución de educación superior.
En los siguientes link, algunos artículos de la cobertura de la prensa en Internet para este movimiento estudiantil:

De igual manera, parece justo dar cabida en este blog a la respuesta publicada por los Directivos de la Universidad Central en su página web al petitorio formulado por los estudiantes a comienzos de este mes:

http://www.ucentral.cl/prontus_ucentral/site/artic/20091113/asocfile/20091113091030/carta_cgc.pdf

Más allá de los sentimientos de apoyo y deseos de éxito en la protesta de estos estudiantes, los episodios de cierre de Sedes de universidades privadas no es algo nuevo en Chile, sólo recordar lo sucedido hace poco más de un año con la Universidad La República producto de mala gestión, lo que refleja como la penetración del mercado en la educación superior es más que una realidad, y la mercantilización de las universidades avanza en todas partes del mundo con gran fuerza.
Hace un año atrás publique en México un artículo en el que me planteaba algunos cuestionamientos, desde la perspectiva de la responsabilidad social universitaria, respecto de las sedes que las instituciones de educación superior abren en Chile como una estrategia para aumentar sus ingresos, al igual que una empresa, pero que en ocasiones no resulta todo lo bien que las evaluaciones iniciales prometían y que muchas veces sólo justifican su existencia en la medida que provean ingresos económicos a sus casas centrales.


A lo anterior, me parece importante también extender alguna crítica al sistema de acreditación de la universidades en Chile, actualmente bajo la responsabilidad de la Comisión Nacional de Acreditación, y que a la vista de los hechos, aun no logra controlar la apertura y funcionamiento de estas sedes universitarias, ni la calidad que se ofrece a los estudiantes de las mismas, siendo frecuente que estas sedes asuman con total impunidad como propia la acreditación institucional que poseen sus casas matrices a nivel nacional, como es el caso de la Universidad Central en Santiago que se encuentra acreditada hasta el año 2012, pero que en Regiones muchas veces dejan mucho que desear, y suceden una serie de atropellos y falencias que afectan los derechos de los estudiantes para obtener una formación profesional realmente de calidad.
Pareciera ser que, lamentablemente las autoridades de esta universidad, no darán pie atrás en su decisión basados exclusivamente en criterios económicos, renunciando a asumir la responsabilidad social que les incumbe desde el momento en que abre una de estas sedes, siendo incluso necesario que los estudiantes deban iniciar un movimiento de estas características para defender sus derechos, que ninguna autoridad nacional, como la antes mencionada, tome cartas en el asunto y como siempre nos terminamos mirando el ombligo y estas cuestiones vuelven a repetirse de tarde en tarde en nuestro país, y como he planteado en otras entradas en este blog, las universidades líquidas y de Neptuno cada vez son más, y después los universitarios nos preguntamos porque la sociedad nos crítica.
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lunes, 16 de noviembre de 2009

Las universidades líquidas


Una de las misiones clásicas asignadas a las universidades es la formación profesional, situación avalada por el pensamiento de clásicos como Giner de los Ríos u Ortega y Gasset, pero que en la actualidad deben enfrentarse con nuevos enfoques sociológicos como los de la modernidad líquida.
Zygmunt Bauman en su libro “Los retos de la educación en la modernidad líquida” (2008) nos plantea importantes desafíos para el sistema educativo en general, pero que podemos enfocar especialmente en el rol y desarrollo que deberán alcanzar las instituticiones de educación superior en los próximos años, incluyendo además de las universidades también a los institutos y centros de formación técnica, desafíos que podemos resumir en tres grandes exigencias:
1. El conocimiento se ajusta al uso instantáneo y se concibe para que se utilice una sola vez. El conocimiento como mercancía pierde valor de mercado rápidamente y debe ser reemplazado.
2. En un mundo líquido toda sabiduría y todo conocimiento de cómo hacer algo sólo puede envejecer rápidamente y agotar súbitamente la ventaja que alguna vez ofreció, por lo que el reto de la educación está en la velocidad como para no quedarse demasiado tiempo enfocados en una misma forma de generar y transferir el conocimiento.
3. Los requerimientos del mundo laboral respecto del conocimiento y aptitudes de sus empleados se relacionan con la disposición de ideas insólitas, proyectos excepcionales nunca antes sugeridos por otros y sobretodo la propensión a marchar solitariamente por caminos propios. De esta manera, la modernidad líquida demanda un tipo de conocimiento o inspiración del tipo “asesor” que le enseñe como marchar y no maestros que le aseguren que están recorriendo la única carretera posible, ya abarrotada.
De esta manera, los esfuerzos de cientos de profesores empeñados en innovar y desarrollar nuevas estrategias de enseñanza – aprendizaje en la formación profesional, que motiven a sus estudiantes por asistir a clases en primer lugar, y luego, para incorporarse como actor principal en su proceso formativo tendrán resultados discretos, al igual que la medieval “clase magistral” propia de un modelo centrado en el profesor y no en el estudiante, en la medida en que se no encuadren en este escenario líquido que nos plantea Bauman.
Clases extraordinariamente innovadoras que quedarán enmarcadas en la mente y el recuerdo de muchos estudiantes y maestros, serán rápidamente puestas bajo sospecha en la medida en que no proporcionen las habilidades, aptitudes y conocimientos necesarios para obtener un puesto de trabajo, por lo que la educación liberal con todos los buenos propósitos que posee, enseñar al hombre a pensar y reflexionar acerca de una mejor sociedad, no tendrán ningún valor para los egresados si no les permite ser creativos e innovadores en sus puestos de trabajo, si no les permite ser autónomos y dueños de su propio desarrollo laboral, sentirse empoderados de lo que hacen en el mundo laboral, pero principalmente que les permita acceder rápidamente a un puesto de trabajo.
En suma, el romanticismo y empatía que muchas veces evocan los notables esfuerzos de cientos de profesores de la educación superior que aman profundamente lo que hacen, y se sienten absolutamente comprometidos con la formación de sus estudiantes, observan con cierta impotencia como sus esfuerzos por innovar, por realizar una clase distinta y motivadora, tendiente a despertar al estudiante de su letargo, se ve abruptamente confrontada con los insaciables deseos de la modernidad líquida para que las universidades incorporen en sus procesos de formación profesional estos aspectos, propios de una mirada a corto plazo de los resultados que de manera inmediata deben producir los esfuerzos que se realicen en las aulas, laboratorios o talleres de las universidades e institutos.
A propósito de todo esto, coincidentemente hoy ha salido una nota en el diario El País acerca de los métodos de enseñanza más efectivos para las Ciencias.


El cuestionamiento inmediato que surge para los propósitos temáticos de este blog, radica en determinar cuál de estas propuestas refleja mejor el comportamiento socialmente responsable de una institución de educación superior, aquella más líquida pero que responde plenamente a los requerimientos de la sociedad actual para favorecer la empleabilidad inmediata de sus egresados, o la más liberal o romántica como la hemos denominado aquí, aquella que busca incentivar al estudiante y también al profesor para que asuman roles más activos y comprometidos con el proceso de formación profesional, más allá de la clásica y denostada clase magistral donde los estudiantes se sientan en la sala de clases a dormir…….(escuchar) los autorreferentes pensamientos del todopoderoso profesor. Probablemente una combinación de los planteamientos de Bauman con importantes aportes de educación liberal puedan proporcionar mejores resultados.
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sábado, 14 de noviembre de 2009

Recorte de sueldos en la Universidad de Alicante: ¿punta del iceberg de la crisis del sistema universitario español?


Los Iceberg, famosos cinematográficamente por cargarse el Titanic, son grandes trozos de hielo flotante en el océano que se desprenden de los glaciares y son muy comunes en los polos del globo terraqueo, siendo arrastrados por las corrientes marinas a través del océano, lo que además de desplazarlos les desgasta hasta desaparecer. Usando una analogía, es frecuente utilizar en la enseñanza de la planificación estratégica el "teorema del Iceberg", que señala que los problemas de una organización tienen causas reales y causas aparentes, donde este teorema nos plantea que las causas aparentes de un problema siempre están a la vista y son fácilmente identificables, igual que la parte superior del iceberg que flota sobre el agua, pero que oculta bajo el nivel del mar se encuentra la masa más gruesa y amplia de este trozo de hielo que no se encuentra a la vista, al igual que las causas reales, que son las que efectivamente generan los problemas y que mientras no sean identificadas y eliminadas permitirán que los efectos de un problema sigan manifestándose en la organización.
El día de ayer el diario El País publicaba una nota acerca de los problemas de pago de los complementos de productividad, que correspondía para al personal de administración y servicios (PAS) y el personal docente e investigador (PDI), suspensión de pagos provocada por la decisión de la Rectoría de suspender dichos pagos, producto de los problemas de liquidez generados porque la Generalitat ha dejado de transferir en los últimos meses los recursos contemplados para el pago de estos incentivos, lo que según el diario ha obligado a la Universidad de Alicante a tomar nuevos préstamos bancarios aumentando su deuda. El siguiente link conduce a la noticia completa.
Una primera lectura de esta situación nos lleva irremediablemente a vincular el problema con uno más de los efectos de la crisis financiera mundial, que tan duramente han golpeado a España, y que de alguna manera está afectando los presupuestos de los ayuntamientos y los Gobiernos Regionales, lo que podría explicar esta suspensión parcial en la entrega de los dineros por parte de la Generalitat para el pago de estos complementos de productividad en la Universidad de Alicante.
Sin embargo, la aplicación del teorema del Iceberg a esta situación, nos lleva a pensar que esta lectura sólo se relaciona con una causa aparente de un problema, el cual es mucho más profundo y complejo, el que rápidamente puede extenderse al resto del sistema universitario español, y que se relaciona con la creciente presión económica y financiera que las universidades están significando para los Gobiernos Regionales en cada Comunidad Autónoma, agravados por los recortes presupuestarios para la investigación y los ya inevitables e inmediatos recursos que demandarán las universidades para la implementación del plan Bolonia a partir del año 2010.
Lo anterior, sumado a la tendencia mundial de los Estados Nacionales de traspasar a las familias el coste que significa la educación superior de sus hijos, efecto muy común del sistema de libre mercado, nos muestra un escenario bastante complejo para las universidades, que además comienzan a verse expuestas a críticas o cuestionamientos respecto de su rol e importancia en el desarrollo de las sociedades, muchas veces avalados en los magros resultados obtenidos en los rankings internacionales, todas situaciones que por ejemplo ha llevado a algunas empresas a nivel global a crear sus propias universidades y centros de investigación para obtener la formación profesional de sus recursos humanos y los mejoramientos de productos y procesos mediante investigación aplicada, prescindiendo de las instituciones de educación tradicional.
De esta manera, la tan temida "mercantilización de la educación superior" parece asomarse con fuerza como una sombra creciente para el sistema universitario estatal en España, que de no desarrollar una pronta y rápida reacción se desplazará, al igual que los iceberg, por corrientes que lo desgastarán hasta hacerlo desaparecer.
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viernes, 13 de noviembre de 2009

Las universidades y los resultados del ranking de Shanghai 2009.

En los últimos días también han sido publicados los resultados del Academic Ranking of World Universities (ARWU) más conocido como el "Ranking de Shanghai", desarrollado anualmente desde el año 2003 por la Shanghai Jiao Tong University, y que clasifica a las universidades a nivel mundial en virtud de la excelencia de su investigación, mediante el análisis y clasificación de diversos factores, incorporando en su proceso a más de 1000 universidades en todo el orbe, elaborando un ranking con las 500 mejores.
Dicho ranking considera para su confección el análisis de seis indicadores para clasificar los niveles de excelencia en la investigación de las instituciones de educación superior: número de académicos y alumnos que han obtenido el premio nobel o la medalla Fields, número de investigadores altamente citados de acuerdo con Thompson Scientific, número de artículos publicados en las Revistas de Natura y Sciences, número de artículos indexados en Science Citation Index - Expanded y Social Sciences Citation Index, y finalmente el promedio per cápita de rendimiento con respecto al tamaño de la institución. El siguiente link permite acceder al sitio del ranking y el detalle de los resultados:


La distribución geográfica de las universidades mediante este ranking, nos muestra un clarísimo dominio de las universidades norteamericanas que cuentan con 152 instituciones dentro de las 500 mejores del ranking, 57 de ellas dentro de las 100 primeras, donde 8 de los 10 primeros lugares pertenecen a universidades de EE.UU., siendo la Universidad de Harvard la número 1 en la lista. Al analizar por zonas geográficas, Europa cuenta con 32 universidades en el top 100, siendo la mejor institución de educación superior europea la Universidad de Cambridge (Nº4 del ranking mundial); ninguna universidad española se encuentra dentro de las 100 primeras, y la mejor ubicada es la Universidad de Barcelona que se encuentra en el tramo 152-200, luego aparecen la Autónoma y Complutense de Madrid y la Universidad de Valencia en el tramo 201-302.
La primera universidad que no pertenezca a los EE.UU. o el Reino Unido dentro de las primeras posiciones del ranking es la Universidad de Tokio en el lugar Nº20, donde Asia en total cuenta con cinco universidades dentro de las 100 mejores.
En América Latina no hay universidades dentro del top 100, apareciendo la Universidad de Sao Paulo en el tramo 101-151 como la primera universidad de la Región en dicho ranking y la UNAM que aparece en el tramo 152-200 le sigue un poco más atrás. Respecto de las universidades chilenas, sólo la Pontificia Universidad Católica y la Universidad de Chile figuran en el tramo 402 al 501.
El ARWU también se estructura por áreas temáticas y tópicos específicos, donde nuevamente el dominio de la Universidad de Harvard es amplio, liderando los campos de las Ciencias Naturales y las Matemáticas, así como la Agricultura; Medicina y Farmacia; y las Ciencias Sociales; solamente el campo de la Ingeniería/Tecnología y Ciencias Computacionales es encabezado por otra Universidad, en este caso el MIT.
Año tras año estos rankings internacionales van adquiriendo cada vez más importancia y trascendencia para las universidades, tanto en el éxito de sus procesos de reclutamiento de estudiantes de pre y post grado o los más prestigiosos investigadores, como en la captación de recursos públicos y privados, transformándose en un poderoso aliado para las estrategias de marketing e imagen corporativa, aportando prestigio y recursos a las instituciones de educación superior que son consideradas en estos análisis.
Sin embargo, no es menos cierto que colocar la mirada en cuestiones como la cantidad de premios nobel que acumulan los estudiantes e investigadores de una universidad, puede tener un carácter más bien elitista para determinar la excelencia de una organización, o analizar sólo los aspectos vinculados al quehacer de la investigación que realiza una institución puede generar un análisis sesgado del quehacer universitario, ya que la misión de la universidad, como diría Ortega y Gasset, además de la producción de conocimiento también contempla a la formación de profesionales y la transmisión de la cultura de una sociedad, aspectos que regularmente no son tomados en cuenta por estos rankings.
En virtud de lo anterior, tal y como ha sido planteado en anteriores entradas en este blog, desde la perspectiva de la responsabilidad social universitaria, también sería conveniente valorar los esfuerzos que hace una universidad por acoger y formar en sus instalaciones a estudiantes de escasos recursos, el interés y esfuerzos que una institución de educación superior puede realizar para integrar a personas muchas veces ignorados o postergadas en el acceso a los estudios superiores, tales como discapacitados o adultos mayores, el grado de participación que los grupos de interés tienen en los procesos de toma de decisiones institucionales, o la efectividad de las estrategias utilizadas para garantizar o acelerar la inserción laboral de los egresados de cada universidad.
Sin lugar a dudas que estos aspectos no son tomados en cuenta por ningún tipo de ranking, y parafraseando a otro clásico de la literatura como Adam Smith, se extraña que aparezca esa mano invisible que corrija el mercado de la educación superior, que cada vez más se orienta y afana por complacer los aspectos vinculados a estos enfoques de la pseudo excelencia, descuidando otros aspectos que también son esenciales en el quehacer o misión de una universidad.
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miércoles, 11 de noviembre de 2009

Las universidades de Neptuno.


Neptuno es el planeta más alejado dentro del sistema solar de acuerdo con la Unión Astronómica Internacional, aunque en este caso lo utilice como una analogía para graficar la importante distancia o alejamiento que existe entre las universidades y la sociedad en general, las empresas en particular y en ocasiones con el propio Estado, sin querer negar con ello de que existen universidades que se han dado cuenta de esta situación y están realizando esfuerzos importantes e implementando estrategias muy acertadas para disminuir este distanciamiento.

Las universidades neptunianas se caracterizan habitualmente por anteponer la autonomía y la libertad académica como el manto sagrado que las cubre ante cualquier tipo de crítica o asomo de queja respecto de su quehacer, haciendo oídos sordos y la vista gorda ante los constantes llamados de autoridades, empresarios y la sociedad en general para vincular su quehacer por ejemplo con las necesidades de innovación y emprendimiento que pudiera demandar el desarrollo de una nación o un sector productivo específico en el mediano y largo plazo.

Asimismo, las universidades neptunianas prestan muy poca o ninguna atención a las crecientes críticas de los titulados y sus familias respecto de los cada vez más frecuentes problemas y dificultades para insertarse en el mundo laboral, argumentando que no son responsables de tal situación por que lo suyo es la producción y transferencia de conocimiento y la formación profesional, pero que la creación de puestos de trabajo y la contratación de sus titulados es problema del Gobierno o las empresas y no suyo. Ni hablar de incorporar los requerimientos de las empresas a los planes de estudio, o aumentar el número de prácticas, eso es demasiado terrestre.

Otra de las características de las universidades habitantes de Neptuno es que consideran inaceptable e innecesaria la participación en la toma de sus decisiones de cualquier otro grupo interno o externo, que no sean los directivos universitarios o el claustro académico de la institución, avalados por la autonomía y la libertad académica antes señaladas, debiendo realizar grandes esfuerzos para ajustar su funcionamiento a las crecientes demandas de la sociedad por mayor transparencia, acceso a la información y la rendición de cuentas de sus procesos y funcionamiento en general.

De igual manera, las universidades neptunianas normalmente no muestran especial interés por dialogar con otros actores importantes en su funcionamiento interno tales como estudiantes y personal administrativo, no existe una especial preocupación por la igualdad de género en la distribución de los cargos con poder de decisión y no se muestran particularmente sensibles por adaptar sus instalaciones, procesos y programas para acoger una diversidad mayor de estudiantes o funcionarios, donde se incluyan personas discapacitadas o adultos mayores.

Finalmente, las universidades de Neptuno consideran extraño e increíble que se les plantee la posibilidad de aplicar a su quehacer aspectos relacionados con el concepto de responsabilidad social, argumentando que ellas no son empresas sino que instituciones de educación superior, por lo tanto se encuentran exentas de cualquier cuestionamiento respecto del comportamiento que puedan estar teniendo, frente a los cada vez más frecuentes llamados de la sociedad para visitar el planeta Tierra y enterarse de una vez por todas que tienen un importante rol que cumplir en relación con las necesidades y problemáticas sociales, y que no basta con publicar los resultados de sus investigaciones en Revistas Científicas de corriente principal o cumplir con los parámetros de calidad exigidos por la Comisión Nacional de Acreditación a los nuevos planes de estudios, para autocongratularse con el habitual "en hora buena, estamos cumpliendo con nuestra misión".
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martes, 10 de noviembre de 2009

La investigación científica y los ranking internacionales.

El creciente debate entorno a la investigación científica ha llevado a la sociedad global a la necesidad de desarrollar criterios para hacer más objetivo el análisis de los trabajos y resultados de miles de investigadores en el mundo, muchos de ellos de gran calidad e impacto, pero también muchos otros que dejan mucho que desear, desperciando una importante cantidad de recursos públicos o privados, que muchas veces se transforman en una bofetada importante para aquellos que rasgan vestiduras cuando se producen los tijeretazos al presupuesto destinado a la I+D.
Uno de los ranking que analiza el impacto y calidad de la investigación realizada por universidades, empresas, hospitales, Centro de Investigación y organismos públicos entre otras instituciones consideradas, es publicado recientemente por el SCIMAGO research group que ha elaborado el ranking SIR (Scimago Institutions Ranking) que considera una investigación para ordenar a más de 2000 instituciones respecto de los resultados de las investigaciones publicadas a nivel internacional en los últimos años.
El mencionado ranking se compone de cinco grandes indicadores: número de publicaciones, citas por publicación, colaboración internacional con otras instituciones para realizar la publicación, importancia promedio de la Revista donde se publica y la media del impacto científico de la institución en referencia con el impacto promedio de las citas, estos dos últimos indicadores desarrollados en base a calculos estadísticos bibliométricos. El listado completo de las instituciones incorporadas en el ranking, así como una brevísima descripción de la metodología se pueden revisar en el siguiente link:

El diario El País publicó hace una semana una nota respecto de este ranking a la que se puede acceder en el siguiente link, pero que además sugiero leer los más de doscientos comentarios que nos muestran lo básico y a veces bajo, del diálogo y discursos de los científicos españoles que poca atención le prestan a los resultados del ranking, centrándose más en discusiones acerca de endogamia académica, devolución de recursos públicos, importancia de salir a perfeccionarse en el extranjero, entre otras cuestiones, pero poco hablan de la calidad e impacto de la investigación que desarrollan, si es que lo hacen.

http://www.elpais.com/articulo/educacion/Universidad/espanola/renquea/investigacion/elpepuedu/20091102elpepiedu_1/Tes
Más allá de lo que puedan ofrecer ranking tales como el de Shanghai o la Revista Times, tan prestigiosos o valorados por las instancias que otorgan financiamiento a la investigación, me parece no valoran adecuadamente aspectos relacionados con la responsabilidad social que tiene la investigación científica, básica o aplicada, no obstante me parece destacable en el ranking SIR 2009 que se considere la colaboración institucional, dado que el trabajo en red debiera ser un indicador del comportamiento socialmente responsable en la investigación, creo que también se podrían valorar en las investigaciones y publicaciones realizadas por las universidades entre otros aspectos:
  • Nivel de respuesta de la investigaciones desarrolladas a las problemáticas planteadas por los agentes sociales de base (ayuntamiento, juntas de vecinos, escuelas, etc.) versus aquellas generadas en respuesta a la industria.
  • Número de investigadores jóvenes incorporados a la investigación y/o publicación realizada.
  • Conformación de equipos de investigadores multidisciplinarios, pertenecientes a las diferentes áreas del conocimiento existentes en cada universidad.
  • Cumplimiento de diversos criterios éticos y de sustentabilidad de las investigaciones realizadas. (menor valor a la publicaciones asociadas a investigaciones que no cumplan estos criterios)
  • Capacidad de difundir los resultados obtenidos en canales o instancias de amplio comprensión social, más allá de las Revistas indizadas de alto impacto o los Congresos Internacionales.

En la medida en que la investigación científica responda plena y cabalmente a los requerimientos, necesidades y expectativas de la sociedad en general, no sólo del mundillo científico, mayores serán los impactos que tendrán las investigaciones y proyectos que actualmente realizan nuestros científicos en el comportamiento socialmente responsable de las universidades y demás centros e instituciones en materia de investigación.

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domingo, 8 de noviembre de 2009

¿Es participativo el gobierno universitario en la actualidad?

Es habitual encontrarnos con oleadas mediáticas o políticas que agitan las banderas de diversos problemas o demandas sociales tales como la igualdad de oportunidades, la pobreza, la delincuencia, el enfoque de género, la diversidad, el medio ambiente, la responsabilidad social, etc., etc., a lo que podemos sumar perfectamente la participación, apellidada de diversas formas: política, social, ciudadana, y muchos más etcéteras.
La pregunta que surge inmediatamente respecto de la participación es: ¿y en qué?, la respuesta desde la perspectiva de la gestión de las organizaciones y especialmente desde la mirada de la responsabilidad social tiene que ser “en los procesos de toma de decisiones de la institución”, lo que necesariamente nos lleva al análisis de las estructuras de gobierno de cada organización.
Si enfocamos el análisis en el Gobierno Universitario, los cuestionamientos nos exigen determinar por ejemplo el momento en el que por fin participarán los estudiantes o funcionarios de las universidades en la elección de los decanos o directores de departamentos, a partir de cuando tendrán derecho a voto en el Consejo Superior o Académico, cuando se preocuparán las universidades por las molestias que los botellones de los estudiantes generan en los vecinos de sus alrededores, cuando le preguntarán a los empresarios los contenidos que debieran tener los nuevos planes de estudio en el Plan Bolonia para mejorar la inserción laboral de los egresados, y en general, cuando participarán los stakeholders en la evaluación del comportamiento socialmente responsable de las universidades.
De esta manera, una de las propuestas que pretendo analizar en relación con mi tesis doctoral, plantea que el comportamiento socialmente responsable de las instituciones de educación superior debe reflejarse en el desarrollo de un Gobierno Universitario stakeholder como uno de los indicadores relevantes de dicho comportamiento, vale decir, un gobierno corporativo con la participación de sus distintas partes interesadas en los procesos de toma de decisiones universitarias, o lo que es lo mismo, permitir que estudiantes, docentes, funcionarios, bancos, prensa, vecinos, proveedores, administraciones públicas y un largo número de otras partes interesadas participen o tomen parte en estos procesos.
A mi juicio, uno de los efectos positivos más importantes de la aplicación de un modelo de gestión y gobierno de las universidades sustentado en la responsabilidad social, quedará reflejado en una mayor capacidad de las instituciones de educación superior para responder más efectivamente a las necesidades, problemáticas y demandas que la sociedad plantea actualmente a las universidades, algo que no está actualmente garantizado en una magnitud importante, por el contrario, las universidades suelen limitar de manera excesiva la participación de sociedad en las decisiones que toma.
Lamentablemente, lo primero que surge como argumento en contra de este tipo de propuestas, dice relación con el hecho de que al aumentar el número de partícipes o puntos de vista en la toma de decisión éstas se hacen más lentas, inoportunas y costosas, por lo que vale más la pena dejar estas cosas tan importantes y complejas en manos de los dos o tres iluminados de siempre, tomando las decisiones más importantes de la institución sin incorporar la opinión de los grupos que muchas veces son los afectados por los resultados de dichas decisiones.
Claramente los prejuicios respecto de la efectividad del comportamiento socialmente responsable, expresado en la participación de los stakeholders en los procesos decisionales no es exclusividad de las universidades, ya que inclusive Milton Friedman (1970) uno de los más recalcitrantes defensores del modelo capitalista, señala que la aplicación de la responsabilidad social a las empresas era un intento de los movimientos socialistas para afectar el funcionamiento de la empresa en relación con su única responsabilidad social: aumentar las utilidades y beneficios de los accionistas.
Sin embargo, no es posible pretender en ningún tipo de organización el desarrollo de un comportamiento socialmente responsable, si las decisiones más importantes y por ende el gobierno corporativo se desarrolla solamente en función de algunas partes interesadas, fundamentalmente los que aportan financiamiento, dejando fuera del gobierno al resto de los stakeholders.
Finalmente, respondiendo a la pregunta que da el título a esta entrada, me parece que no es participativo, sin embargo existen esfuerzos interesantes, proyectos prometedores, iniciativas que pensadas en la letra pretendían abrir espacios de participación a las partes interesadas, pero que aún están en desarrollo, o en deuda, como es el caso de los Consejos Sociales de las universidades españolas, por lo que será necesario seguir avanzando en el fortalecimiento de las instancias, mecanismos o procedimientos de participación de los stakeholders en el gobierno universitario, si lo que se pretende es alcanzar un comportamiento socialmente responsable de las universidades.
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miércoles, 4 de noviembre de 2009

La independencia científica: ¿inmune a la responsabilidad social?

El diario "El País" publica en su edición digital de hoy una entrevista realizada a Ada Yonath, Premio Nobel de Química 2009, de visita en Barcelona para participar en un Simposio de estudiantes de doctorado, donde aprovecha de recomendarle a los jóvenes investigadores cuidar de no perder su "independencia científica", a propósito del rechazo de una oferta de una Empresa que le proporcionaba financiamiento para sus investigaciones y desarrollar antibióticos, respecto de lo que afirma estar "más interesada en la comprensión de las cosas, aunque hacer aplicaciones para la humanidad es algo bueno". En el siguiente link se accede a la mencionada entrevista.
Los planteamientos formulados por la destacada científica resultan a lo menos curiosos, y más bien inquietantes desde la perspectiva de la responsabilidad social de la investigación científica, que debiera estar por sobre cualquier tipo de independencia científica, algo que en las declaraciones contenidas en dicha entrevista no queda claro y que resultan imprescindibles para lograr que el importante trabajo que llevan a cabo día a día los científicos pueda ubicarse en el sitial que se merece, articulado por lo que actualmente se denomina la triple hélice de la investigación: Estado, Mercado y Sociedad.
Además, resulta difícil para un científico hoy en día plantearse en un escenario de total "independencia científica", dada la importantísima influencia que tiene actualmente el acceso al financiamiento necesario que permita ejecutar los proyectos de investigación, que para muestra un botón reciben un importante "tijeretazo" en los presupuestos de Ciencia y Tecnología para el año 2010 en España.
De esta manera, partiendo de la base que todas las áreas del conocimiento son importantes para la sociedad y que los resultados de sus investigaciones serán determinantes en la sustentabilidad de la especie humana y del resto del ecosistema, no es menos cierto que todos los científicos tienen aparejado a su trabajo una responsabilidad social muy importante e ineludible, más allá de preferencias o intereses personales por muy importante que sea "comprender las cosas", y por sobre las exigencias de cualquier fuente de financiamiento que condicione la independencia del científico, existirá siempre un bien superior asociado a su trabajo que se orienta al beneficio de la humanidad en su conjunto.
En la medida que los científicos e investigadores asuman e incorporen a su trabajo los criterios de responsabilidad social, seguramente los cuestionamientos, inquietudes, tijeretazos y otro tipo de situaciones que últimamente afectan a la Ciencia y Tecnología disminirán de manera considerable, dado que al parecer muchos científicos aun no han descendido del Monte del Olimpo para incorporar las preocupaciones sociales a su trabajo, por sobre cuestiones personales, declaraciones de independencia o los quebraderos de cabeza suscitados por los recorte presupuestarios.

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