Aunque pueda sonar irónica, la pregunta perfectamente puede ser planteada al revés intentando descifrar si el proceso de convergencia de los sistemas universitarios europeos asociado al ya mítico Plan Bolonia pudiera tener aspectos positivos, lo que a juicio de los estudiantes alemanes no pareciera tener muchas cosas positivas asociadas, debido a que actualmente se encuentran movilizados en protesta contra este proceso según informa el diario El País.
A decir verdad, y ya con un año en España en el cuerpo, aun no me queda absolutamente claro si lo que pretende el mencionado plan sea bueno o malo, y como todo en Europa ya ha sido "cocinado" por la clase política gobernante hace un buen rato y "protestas más, protestas menos" de los estudiantes y probablemente uno que otro profe, el cambio se está haciendo efectivo y tiene como fecha clave el año 2010 donde la cosa ya debiera marchar sobre ruedas, algo que al parecer los estudiantes alemanes no tienen muy en cuenta por lo que se ve. De todas maneras universia pone a disposición información básica y aquí un sitio informativo del Ministerio de Educación.
En general, los propósitos de fondo de este Plan son favorecer la movilidad de los estudiantes entre las universidades europeas, así como un aprovechamiento más adecuado de los puestos de trabajo ofrecidos por el mercado laboral europeo. Eso sí tiene asociadas unas cuantas siglas a las que hay que acostumbrarse como EEES (Espacio Europeo de Educación Superior), ECTS relacionado con el sistema de créditos académicos transferibles que facilita la movilidad estudiantil, entre otras siglas que asoman en el horizonte.
Sin entrar en detalle, los títulos de grado en cuanto a su extensión de tiempo se reducen en comparación con las tradicionales licenciaturas, en algunos casos a 3 o 4 cursos según la opción que haya tomado cada país, por ejemplo España 4, Alemania 3 cursos, programas que se conectarán con un curso de master de 1 o 2 años según sea la opción tomada en el nivel previo del título de grado señalada anteriormente.
También se exige a las universidades disminuir el número de alumnos por clase, que según sea la especialidad puede ser realmente agobiante tanto para alumnos como para docentes poder realizar una clase en condiciones adecuadas por el alto número de alumnos inscritos, a lo que se suma la necesidad de reducir el número por las modificaciones didácticas que trae aparejado este cambio, con metodologías más interactivas y de trabajo de grupo, en reemplazo de la tradicional clase magistral, algo de lo que hablamos en una entrada anterior.
Los llantos y la pataletas estudiantiles al parecer se relacionan especialmente con el costo que tendrían los másters, al parecer algo elevados, pero que seguramente tendrán asociados una serie de ayudas para amortizar un poco su costo. En Alemania, según el artículo del mentado diario los estudiantes acusan de que esto se traducirá en la formación de elites, porque sólo los estudiantes que posean los recursos económicos podrán acceder a este nivel académico.
Visto así, el saldo pareciera ser positivo a favor de la iniciativa, sin negar que existirán otros trasfondos y desarrollos del mismo aun por verse que pueden cambiar la balanza de signo, pero y aunque seguramente no estaba previsto así en la mente de ninguno de los padres de este plan, el nombre del mismo pareciera incitar a los estudiantes a movilizarse, dado que la Universidad de Bolonia, una de las más antiguas del mundo, originalmente fue fundada y dirigida por los estudiantes durante la Edad Media, y siempre se contrapuso al otro modelo de universidad dominante de la época: el parisino que reunía a maestros y estudiantes, pero ya les contaré algo de eso en otra entrada.
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