De esta manera, resulta fundamental concretar algunos ámbitos de trabajo en los cuales la universidad en virtud de su misión institucional debe hacerse responsable por los impactos que provoca en los intereses y necesidades de sus partes interesadas. En esa perspectiva cuatro pueden ser a nuestro juicio los aspectos generales que describen a las universidades que son socialmente responsables:
1. Un Gobierno universitario pluralista que permita implementar una "universidad stakeholder".
De acuerdo con la Comisión Europea (2008) el Gobierno Universitario “se centra en las normas y los mecanismos mediante los cuales diversos stakeholders pueden influir en las decisiones, la forma en cómo se rindan cuentas, y para quién […] se refiere al ejercicio formal e informal de la autoridad en virtud de las leyes, políticas y normas que articulan los derechos y responsabilidades de los diversos actores, incluidas las normas por las que interactúan”. Así, surge el concepto de “universidad stakeholder”, el que de acuerdo con Jongbloed & Goedegebuure (2003) implica que la universidad “ha de estar en constante diálogo con sus grupos de interés para sobrevivir en un sistema en el que las demandas son heterogéneas e imprevisibles”, hablamos por tanto de una universidad sensible a su entorno, capaz de realizar una gestión efectiva de las relaciones con sus partes interesadas, desarrollando vínculos estables en el tiempo que garanticen reciprocidad y receptivividad con sus partes interesadas.
2. Liderazgo universitario para la transformación social de la sociedad contemporánea.
Este segundo ámbito ubica en la Responsabilidad Social Universitaria (RSU) la tarea de liderar los aportes y las reflexiones que permitan alcanzar una mejor sociedad, más equitativa y justa con especial atención en un desarrollo más sustentable, en donde la universidad sea la institución capaz de mostrar cuáles son las mejoras formas de construir una mejor sociedad. Una especial atención tienen los planteamientos de la RSU que asignan un rol más activo de carácter reivindicativo y propositivo a las universidades, respecto de la solución a las principales problemáticas y necesidades sociales existentes en la actualidad, así como respecto de un desarrollo más sustentable en el futuro, asumiendo la universidad un liderazgo respecto de los cambios y correcciones que se deben implementar para lograr una sociedad más justa, desarrollando una actitud crítica respecto de aquellos hechos o situaciones que provocan importantes injusticas o desequlibrios sociales.
3. Inserción laboral de los Titulados.
La responsabilidad social de las universidades no finaliza con el simple egreso de los estudiantes de sus aulas, convertidos en profesionales universitarios tras haber cumplido con las formalidades del plan de estudios, sino que su función social en este sentido debe contemplar además que los conocimientos y capacidades entregados a los egresados respondan tanto a las necesidades requeridas por el desarrollo nacional o regional, como a los requerimientos demandados por el mercado laboral, especialmente por las empresas, aspectos que garantizaran una mejor inserción laboral de los titulados universitarios. Además, las universidades en complemento de lo anterior debieran implementar las estrategias necesarias para mejorar la empleabilidad de los titulados a través de una participación más activa de los diferentes stakeholders con los cuales la universidad se relaciona.
4. Garantizar el acceso al conocimiento como un Bien Público.
Se relaciona con su capacidad para generar conocimiento, pero especialmente por su interés para colocarlo a disposición de toda la sociedad de manera libre y accesible, especialmente por el creciente impacto del mercado en la educación superior en lo relacionado con la comercialización del conocimiento generado en los campus universitarios, algo que indirectamente se relaciona también con los cada vez más crecientes problemas de financiamiento al que se ven expuestas las universidades públicas. De esta manera, la RSU en este aspecto radica fundamentalmente en ser capaz de establecer los mecanismos necesarios para compartir y difundir en la sociedad los conocimientos que genera, más allá de la publicación en Revistas o la generación de patentes, en lo que algunos denominan la "Tercera Misión de la Universidad", poniendo a disposición de los diferentes agentes sociales sus estructuras de investigación para resolver los principales problemas de la sociedad con una mayor capacidad de aplicar concretamente el conocimiento que se genera al interior de las universidades.
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